El científico alemán Kurt Wuthrich, investigador de la enfermedad de las vacas locas, ha recomendado que «que no se coman vísceras de pollo y que con este alimento se tomen las mismas precauciones que con la carne de ternera». Wuthrich, un experto en priones que dirige el departamento de Biología del Instituto de Biología Molecular de Zúrich (Suiza), ha dicho que hay datos que señalan claramente que la estructura de las proteínas de los priones de los pollos es similar a la de los mamíferos y que por ello se puede pensar que estas aves también pueden contraer y transmitir la enfermedad.
Tras asegurar que «los caldos vegetales son los más seguros», ha señalado que se deben comer únicamente los músculos del animal, la parte magra, y que hay que olvidarse de las vísceras, los intestinos y el espinazo, y que estas recomendaciones también son aplicables a las ovejas y los cerdos. El científico, que centra sus estudios en la estructura de los priones, ha explicado que de momento no se han detectado pollos con encefalopatía espongiforme, pero que no hay que olvidar que en muchos países se han alimentado los pollos con piensos hechos con restos orgánicos de otros animales en los que sí se han detectado.
Las proteínas priónicas han tenido un papel muy importante en la patología de la encefalopatía espongiforme transmisibles como la enfermedad de Creutzfeld-Jacob en los humanos o de las vacas locas en el ganado, y los científicos estudian si el mecanismo que generó las encefalopatías espongiformes transmisibles fue una alteración de la estructura tridimensional de las proteínas.