Un equipo de la Escuela de Farmacia Leicester (Reino Unido) ha mostrado en un estudio que el compuesto Salvestrol Q40, presente en altas concentraciones en la piel de las mandarinas (más que en la carne), podría eliminar diversas células cancerígenas.
Hoon Tan, director del estudio y miembro de dicha Escuela, afirma que el trabajo se encuentra tan solo en sus inicios y que se necesitan muchas más pruebas. Con este objetivo ha creado, junto con otros científicos, una compañía, Nature’s Defense Investments, que seguirá estudiando el potencial desarrollo de terapias naturales para prevenir el cáncer. «El salvestrol ofrecería un nuevo mecanismo de acción dietaria contra el cáncer», agregó. Concretamente, los resultados ofrecerían un nuevo enfoque para obtener un tratamiento para el cáncer de pecho, pulmón, próstata y ovario.
La falta de salvestrol en la alimentación actual se debe a la costumbre de no comer la piel de las frutas. En realidad, «este sería uno de los factores que más contribuye a la mayor incidencia de algunos cánceres en la población humana», señaló el investigador.