Las ventas de platos refrigerados superarán los 700 millones euros de facturación en 2007, con crecimientos anuales en el volumen de negocio de entre el 10% y el 12%, según estima la Asociación Española de Elaboradores de Platos Refrigerados. Este segmento de la alimentación ha experimentado un importante auge en los últimos años, aseguró ayer el presidente de esta asociación, Fernando Fernández, quien destacó que otras tecnologías de presentación de alimentos preparados «han crecido sólo la mitad».
Fernández explicó que el objetivo de los fabricantes es informar al consumidor para que aumente su confianza en este tipo de platos, y afirmó que pretenden alcanzar el nivel de consumo de países como Gran Bretaña. Los platos refrigerados son aquellos que se presentan envasados en frío, y son el resultado de la preparación en crudo o precocinado de uno o varios alimentos y dispuestos para el consumo directamente o tras su calentamiento.
Los más consumidos en España son, según los fabricantes, las pizzas (25% de la facturación); gazpachos, cremas, y caldos (25%); tortillas (7%); roscas (5%), y ensaladas (4%). Aquellos a base de arroz, pasta, carne, legumbres o verduras aún no están muy extendidos, pero Fernando Fernández cree que «tienen un gran potencial de desarrollo en los próximos años».