Una familia con un miembro celíaco soporta un gasto superior a 1.587 euros en la cesta de la compra anual, en comparación con una familia libre de alergia al gluten, tal como refleja el «Informe de precios sobre productos sin gluten 2010» publicado por la Federación de Asociaciones de Celiacos de España (FACE). La organización señaló que a pesar de que las diferencias de precios entre los alimentos sin gluten y los denominados «normales» se han reducido en los últimos años, los destinados a los celíacos aún resultan caros.
El estudio se realizó a partir de una dieta de 2.000 a 2.300 calorías, ingesta aproximada que recomiendan los expertos en nutrición para adultos y niños, aunque estas necesidades pueden ser mayores para adolescentes o adultos con actividad física elevada y menores, en el caso de preescolares, o ancianos. De esta forma, una familia con un celíaco entre sus miembros puede incrementar su gasto de la cesta de la compra en casi 33,08 euros a la semana, lo que significa un incremento de unos 132,33 euros al mes, y de 1.587,98 euros al año.
Para obtener estos cálculos, se tuvo en cuenta a un celíaco en el seno familiar, en caso de ser mayor el número de personas celiacas que conviven en la familia el gasto se multiplica. FACE hizo hincapié en que las personas que han de soportar estos gastos extraordinarios «no reciben ningún tipo de bonificación ni subvención estatal, medida que sí se contempla en la mayor parte de los países de la Unión Europea, entre ellos Italia, Francia, Reino Unido, etc.»
Las personas celíacas están obligadas a seguir un régimen estricto, exento de gluten durante toda la vida. La alimentación del celíaco debe basarse en productos naturales: carnes, leches, huevos, frutas, verduras y cereales permitidos. La ingesta de pequeñas cantidades de gluten, de una manera continuada aunque el celíaco no presente síntomas, puede causar trastornos importantes y no deseables.
El 80% de los productos manufacturados, según FACE, pueden contener gluten: embutidos, turrones, chocolates, salsas, postres lácteos, condimentos, etc., por lo que muchos de estos tienen que ser de calidad «extra», ya que los de calidad inferior según la legislación actual para este tipo de productos pueden llevar en su composición harinas, espesantes, almidones, etc. Los productos considerados como básicos en la dieta (pan, bollos, pastas italianas, etc.), tienen que sustituirse por productos especiales sin gluten, cuyo precio es mucho más elevado que los «normales».
Las mayores diferencias recaen en las barritas de cereales, que sin gluten cuestan 52,10 euros por kilo (43,73 euros de diferencia); el pan tostado puede valer más de 20 euros el kilo (16,4 euros de diferencia); y el pan de hamburguesa supera los 16 euros el kilo (12,87 euros de diferencia).