La Autoridad Europea para la Seguridad Alimentaria (EFSA) ha establecido en el Panel de Productos Dietéticos, Nutrición y Alergias los valores dietéticos de referencia para el consumo de carbohidratos, fibra dietética, grasas y agua. Las recomendaciones de EFSA sobre el consumo de nutrientes constituyen una base para el diseño de políticas nutricionales, el establecimiento de objetivos de salud pública relacionados con la dieta y el desarrollo de programas de información y educación al consumidor sobre dietas saludables.
El citado panel concluye que la ingesta total de carbohidratos, entre los que se incluyen los carbohidratos de alimentos con alto contenido en almidón como la patata y la pasta y los carbohidratos simples como el azúcar, debe encontrarse entre el 45% y el 60% del total de la energía consumida tanto para adultos como para niños. En cuanto a los azúcares, hay evidencias claras de que el consumo frecuente de comidas con alto contenido en azúcares aumenta el riesgo de la caída de los dientes. También se ha establecido relación entre un alto consumo de azúcar en refrescos azucarados y la ganancia de peso. No obstante, el panel no disponía de información suficiente para establecer niveles máximos de consumo de azúcar. Esto es debido a que los posibles efectos sobre la salud están relacionados fundamentalmente con patrones de consumo, el tipo de productos consumidos y la frecuencia de su consumo, más que con el consumo total de azúcar.
EFSA indica que un consumo diario de 25 g de fibra dietética es adecuado en adultos para el normal funcionamiento del intestino grueso. Además, la evidencia muestra que en adultos hay otros beneficios asociados a un elevado consumo de fibra dietética, como un menor riesgo de enfermedades de corazón o diabetes tipo 2 y un mejor control de peso. Con la información disponible, no se puede llegar a conclusiones claras sobre el papel que juega el índice glucémico y la carga glucémica en el mantenimiento del peso y la prevención de enfermedades relacionadas con la dieta.
Se recoge también en el panel que el consumo de grasas debe encontrarse entre el 20% y el 35% del total de la energía consumida. Para bebes y niños pequeños existen diferentes valores en función de sus necesidades específicas de desarrollo. Hay suficientes pruebas científicas para afirmar que elevadas ingestas de grasas saturadas y grasas trans provocan un incremento de los niveles de colesterol en sangre que puede contribuir al desarrollo de enfermedades de corazón. EFSA aconseja que los legisladores deben tener presente el beneficio de limitar el consumo de grasas saturadas y grasas trans, así como reemplazarlas por ácidos grasos mono y poliinsaturados, a la hora de realizar recomendaciones nutricionales y desarrollar directrices dietéticas basadas en alimentos. Respecto al agua, se considera adecuado un consumo diario de 2,5 litros para mujeres y dos litros para hombres.