La gota es una enfermedad causada por la acumulación de cristales de ácido úrico en las articulaciones, en las que produce una hinchazón muy dolorosa. Esta patología es mucho más prevalente en hombres que en mujeres (casi el triple) y también una condición muy dependiente de los factores genéticos. El ácido úrico se forma a partir de las purinas y su exceso puede provocar que cristalice en diferentes lugares del cuerpo. Dado que la eliminación del ácido úrico en el organismo se hace de forma muy lenta, el tratamiento clásico se ha centrado en reducir la ingesta dietética de purinas y aumentar la excreción urinaria con fármacos. Pero ¿de qué modo influye la alimentación en la gota? En este artículo se enumeran los alimentos y los factores dietéticos más relacionados y qué recomendaciones se pueden seguir.
¿Cómo influye la dieta en la gota y en la recurrencia de ciertos dolores agudos? Tradicionalmente se han identificado varios alimentos «disparadores» de este dolor, una especie de gatillo que activa con mayor probabilidad el dolor articular de un ataque de gota. En esta colección han estado grupos de alimentos como el marisco, la carne roja, las bebidas azucaradas o el alcohol, pero también otros tan concretos como el tomate, así de específicos, presente en un 20% de los casos.
El tomate aumenta los niveles circulantes de ácido úrico, lo cual es un riesgo en sí mismo, además de para los ataques de gota. Sin embargo, se trata de alimento «anecdótico». Existe una asociación entre su consumo y estos ataques, pero en todo el patrón dietético no se debería prestar tanta atención solo a este alimento.
A nivel poblacional, se tiene identificado al tomate como «el gran villano» y se olvida con mayor facilidad otros alimentos todavía más insanos y causantes de estas crisis como los embutidos, el alcohol o incluso los refrescos.
Ácido úrico: otros factores dietéticos para tener en cuenta
También se ha visto que el pH urinario influye en la eliminación de ácido úrico y, por tanto, bajaría la concentración sanguínea. Pero esto no tiene nada que ver con la famosa dieta alcalina, que promete prevenir o curar enfermedades comiendo alimentos con pH básico. Esa dieta sigue, a día de hoy, sin respaldo científico y solo destaca que posee una alta presencia de frutas y verduras, nada más.
Se trataría de emplear, en parte, la misma estrategia que también usan algunos fármacos para el control de la gota, que aumentan la eliminación urinaria del ácido úrico. ¿De qué modo? Mediante una alimentación basada en materias primas de origen vegetal (frutas, verduras, hortalizas…) acompañadas de aceites de calidad y una proteína en la que el alimento predominante fuesen las legumbres.
La dieta es, por tanto, una de las estrategias más baratas, seguras y convenientes a nivel de coste-beneficio.
¿Qué recomendaciones generales se deben seguir?
Las principales recomendaciones son las siguientes:
- Basar la alimentación en la que no haya presencia de los alimentos «sospechosos» para el inicio de los ataques de gota (alcohol, dulces, carnes rojas, embutidos, tomate…).
- Sustituir proteína de origen animal por proteína de origen vegetal. El exceso de productos animales, sobre todo cárnicos, se asocia con mayor recurrencia en los ataques.
- Aumentar la frecuencia con la que se orina. Para ello sería conveniente incrementar la ingesta hídrica, reducir la del alcohol y seguir una dieta moderada en sal añadida.
- Evitar consumir muchos alimentos ricos en purinas en las mismas ingestas, que pudieran hacer que las concentraciones superiores en sangre provocasen un ataque de gota.