Por estética o por salud, necesitándolo o no, seis de cada diez personas intentan bajar de peso. El negocio de adelgazar mueve millones de euros cada temporada; aunque los resultados no siempre son los esperados. Para tantas personas, demasiadas, el inicio de la primavera acentúa la preocupación por perder kilos y volumen, mientras acrecienta el deseo de acelerar ese proceso. En definitiva, se despierta el deseo de conseguir una estética diferente a la que se tiene de cara al verano. Ante esta demanda real, surgen todo tipo de dietas milagrosas nada fiables, remedios caseros y prácticas poco sanas (incluso peligrosas) para deshacerse de esos kilos. A continuación se exponen seis errores que no deberíamos cometer cuando intentamos bajar de peso.
Bajar de peso sin cometer errores
Más del 65% de la población española desea adelgazar y este deseo es más frecuente en mujeres que presentan un peso normal, o por debajo de lo recomendable, que en aquellas que tienen sobrepeso u obesidad. Estas son las conclusiones de un estudio realizado por la Universidad Complutense de Madrid. Preocupa el hecho de que, en este afán de querer adelgazar, no se aprenda a hacerlo de forma saludable y segura, sino que se vaya por la vía rápida con conductas contraproducentes e incluso peligrosas para la salud. Estos son algunos de los errores que conviene evitar si se desea bajar de peso:
- Ayunar. Hay quien elige el ayuno como método para perder peso, si bien, desde la perspectiva científica, esta hipótesis no ha sido corroborada por estudios clínicos rigurosos. El ayuno puede resultar un hábito contraproducente para adelgazar de manera segura, sin efectos secundarios y sin contraindicaciones. Por tanto, recurrir al sirope de savia u otros productos como complemento a un periodo de ayuno no es aconsejable ni tiene fundamento.
- Reducir al máximo el aporte de grasas. La obesidad es un problema crónico de acumulación de grasa corporal. Los últimos avances médicos describen un proceso inflamatorio clave en el desarrollo de esta enfermedad, en el que la acumulación de calorías en exceso y de millones de células grasas desencadena un estado crónico de inflamación celular. Ante esta evidencia médica, los ácidos grasos omega-3 podrían tener efectos protectores, tal y como apuntan los resultados de numerosos ensayos clínicos. Eliminar o reducir a la mínima expresión la presencia de alimentos grasos, fuente de ácidos grasos esenciales como el aceite de oliva (o los aceites de semillas), los frutos secos y los pescados azules, es una elección equivocada, insana e, incluso, desfavorable.
- Cenar solo fruta. Las cenas que solo incluyen frutas no siempre son idóneas. Este puede ser un ejemplo de cena demasiado frugal que, si no se enmarca en un plan alimentario completo y saludable, puede desplazar del menú a otros alimentos cuya presencia habitual en la dieta es necesaria. Esta elección dietética puede tener un efecto diurético, por la naturaleza abundante en agua y minerales de las frutas, pero no adelgazante.
Restringir la dieta de forma voluntaria. Tomar solo café o un té para desayunar, escoger un almuerzo y una merienda muy ligera a base de fruta, yogur desnatado o un par de tortitas, hacer una cena frugal basada en ensaladas o en tomar solo fruta o eliminar sin criterio los hidratos de carbono (pan, arroz, pasta, legumbres, etc.) son algunas elecciones alimentarias que, establecidas con criterio, pueden encajar dentro de un concepto de dieta hipocalórica equilibrada. Sin embargo, si se siguen sin asesoramiento profesional, pueden hacer que se reduzcan hasta un límite preocupante las calorías de la dieta. Según explicó en una entrevista la doctora en Nutrición y Metabolismo Nancy Babio, «la restricción dietética puede generar un síndrome por atracón por el debilitamiento de las señales de hambre y saciedad», con la consiguiente ingesta elevada y desproporcionada de calorías y sus consecuencias derivadas. Dado que son más las mujeres -y más aún las jóvenes- quienes tienden a restringir la comida, la experta también advierte de que las mujeres adolescentes que realizan dietas a un nivel severo tienen 18 veces más probabilidades de desarrollar un TCA (trastorno de la conducta alimentaria) que quienes no hacen dieta.
- Utilizar infusiones o plantas para adelgazar sin conocer todos sus efectos. El papel de las plantas en las dietas de adelgazamiento es un asunto complejo y serio. El efecto más reconocido por el que se escogen algunas infusiones o complementos dietéticos a base de plantas es su poder diurético. Esta acción, aunque puede influir de manera positiva en la pérdida de peso al forzar la eliminación de líquidos, no lo hace en la pérdida de grasa corporal, el principal problema en caso de obesidad. Además, no está exenta de riesgos en ciertos individuos o colectivos. El té verde es una de las plantas más conocidas y usadas con fines de apoyo al adelgazamiento. Sin embargo, el grupo de revisión de la EFSA concluye que «no se puede establecer una relación causa-efecto entre el consumo de catequinas de té verde y un aumento de la beta-oxidación de los ácidos grasos que conduzca a una reducción de la masa grasa corporal». Sobre su efecto para ayudar a mantener o alcanzar un peso normal, la conclusión también es categórica: «no se puede establecer una relación causa-efecto entre el consumo de catequinas de té verde y que se facilite el mantener un peso adecuado o que ayude a alcanzarlo».
- Usar productos para adelgazar; muchos no son seguros. La Agencia Nacional de Seguridad del Medicamento y de Productos de Salud de Francia (ANSM) publicó en julio de 2012 un informe que evaluaba los riesgos de utilizar productos para adelgazar. El estudio analiza los comportamientos del paciente frente a los productos y los hábitos alimenticios para perder peso y advierte del riesgo potencial de comprar productos en sitios web y tiendas no especializadas, por las siguientes razones:
- Procedencia desconocida de los productos con autenticidad y calidad no garantizadas (fuera de los controles de las autoridades sanitarias).
- Pueden contener medicamentos sacados del mercado en violación de la reglamentación y la legislación vigente. Según varios casos de farmacovigilancia reportados, algunos productos contenían sustancias prohibidas no mencionadas en el etiquetado: sibutramina, fenolftaleína, metales pesados o efedra (planta que contiene efedrina, un alcaloide muy excitante).
- Medicamentos cuyo reporte de beneficio/riesgo ha sido desfavorable según la ANSM.
Desde la AEDN, su Grupo de Revisión, Estudio y Posicionamiento (GREP-AEDN) desaconseja el uso de complementos alimenticios o suplementos dietéticos (sean o no a base de plantas) para perder peso por diversos motivos que se pueden consultar en su documento de posicionamiento.
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, a través de la Estrategia NAOS, ha diseñado dos test bajo el título ‘¿Estás intentando adelgazar?’ El objetivo es que la persona verifique si su dieta y sus conductas alimentarias son correctas y saludables o si, por el contrario, está teniendo conductas que ponen en riesgo su salud. Los test se pueden consultar aquí.