La mozzarella es una variedad de queso de origen italiano, conocida por todos y extendida por todo el mundo. Su empleo en la cocina es cada vez mayor, y lo más curioso es que su ingrediente principal es para muchos desconocido. El auténtico queso mozzarella se elabora con leche entera de búfala.
Además de este queso, existen otras variaciones que se comercializan como mozzarella y que se elaboran con leche de vaca u oveja, pero que resultan más económicas. Para comprobarlo sólo hace falta leer el listado de ingredientes que aparecen en el envase. En el supermercado, de hecho, las variedades que más abundan son las elaboradas con leche de vaca. Por este motivo, para adquirir una auténtica mozzarella es preciso acudir a tiendas más selectas.
La diferencia principal entre la leche de vaca y la de búfala es que esta última es mucho más nutritiva, ya que concentra mayor cantidad de grasas, proteínas y lactosa que la primera, por lo que su valor energético es superior.
Esta variedad de queso no es el único producto lácteo que se elabora con leche de búfala. La leche de este animal también se emplea para fabricar mantecas, leches en polvo, leches fermentadas y dulce de leche, entre otros. La leche como tal es un alimento de consumo habitual en países como la India.
Variedades de mozzarella
La leche de búfala, con la que se elabora la mozzarella, es mucho más nutritiva que la leche de vaca, ya que concentra más grasa y lactosa
Se trata de un tipo de queso de color blanco amarillento y de textura suave. Su sabor poco acentuado lo convierte en un ingrediente adecuado para muchos platos. Se puede encontrar la variedad fresca, apropiada para ensaladas y para bocadillos, y el queso semi-seco, ideal para fundir y usado para la elaboración de pizzas y burritos mexicanos.
Los formatos en los que se vende esta variedad de queso pueden ser muy variados. Por un lado, está el formato más común y más utilizado, el queso rallado, surgido debido a la gran demanda de este tipo de productos. En cambio, la forma más tradicional de encontrar este queso es en forma redondeada. A partir de ahí también se pueden preparar otras formas variadas como son las trenzas o las bolitas de tamaño pequeño.
La adición de mozzarella en las pizzas ha sido desde siempre conocida. Pero con los años se ha ido añadiendo a muchos platos más, en especial a ensaladas.
Muchos de los platos que se elaboran día tras día en casa admiten la incorporación de este queso, además de enriquecer nutritivamente las recetas. Verduras, pastas, carnes o pescados son algunos ejemplos que admiten muy bien la adición de este nutritivo ingrediente lácteo.