La estevia, una planta de la misma familia que el girasol y la achicoria, es un cultivo original de América del Sur, en particular, de Brasil y Paraguay. Los pobladores indígenas conocedores del intenso dulzor del extracto que se obtiene de las hojas de la planta, a la que llaman hoja de miel, la usan para endulzar comidas, infusiones y bebidas como el mate. El interés que ha mostrado la industria alimentaria y farmacéutica por la estevia se basa, además de en su poder edulcorante y sin calorías, en las potenciales propiedades saludables en el control de la glucemia y la hipertensión arterial. Así consta en los estudios preliminares realizados sobre los principios activos de la planta, los glucósidos de esteviol, si bien el número de investigaciones en humanos es todavía escaso como para dar los resultados por concluyentes.
Sustituto de azúcares
El intenso y marcado sabor dulce de la estevia («Stevia rebaudiana Bertoni», por el apellido de su descubridor, el biólogo botánico Moisés S. Bertoni) se debe a los glucósidos de esteviol, identificados siete en total (esteviósido, rebaudiósido A, rebaudiósido C, dulcósido A, rubusósido, esteviolbiósido, rebaudiósido B). De su análisis bromatológico se desprende que estos compuestos son entre 250 y 300 veces más dulces que la sacarosa (azúcar común), con la ventaja de que no aportan calorías ni son cariogénicos.Otro valor añadido de la estevia es que es un edulcorante natural, que al no ser fuente de fenilalanina sirve como sustituto del aspartamo, un edulcorante tóxico para personas con fenilcetonuria, una enfermedad metabólica.
Los glucósidos de esteviol son entre 250 y 300 veces más dulces que el azúcar comúnEn diversos países del mundo, como Japón, Australia, Nueva Zelanda, China, Corea o Brasil, para los que el uso de la estevia (glucósidos de esteviol) como edulcorante está aprobado, se añade a conservas vegetales, salsas, bebidas, caramelos, chicles, yogures y helados, y en la industria farmacéutica, a pasta dental y enjuague bucal. Su adición a estos alimentos y bebidas dulces permite que proporcionen menos energía y se adapten a dietas de control de azúcares, como las recomendadas en caso de obesidad, diabetes, triglicéridos elevados y caries dental.
Control de la glucemia y la presión arterial
La última y más reciente, por el momento, revisión sistemática sobre las propiedades y la eficacia de la estevia en seres humanos basada en la evidencia realizada por el Natural Standard Research Collaboration centra sus resultados en el efecto de la planta en la hipertensión y la hiperglucemia.Se detecta un efecto reductor de la hipertensión moderada, tras un consumo durante meses o años, y una cantidad considerable de principio activo
El extracto de la planta de estevia se utiliza desde hace tiempo en países de América del Sur para el tratamiento de la diabetes. La reciente revisión incluye la evaluación de dos estudios realizados a largo plazo (1 y 2 años de duración, respectivamente) que comprueban que la estevia (una cantidad considerable de principio activo, de 750 mg/día a 1.500 mg/día de esteviósido) puede ser eficaz en la reducción de la presión arterial en pacientes hipertensos, si bien los datos de estudios más cortos (1-3 meses de duración) no apoyan estos resultados.
En relación con la glucemia, un par de estudios pequeños informan de resultados positivos con respecto a la tolerancia a la glucosa y la respuesta a la glucemia, aunque el rigor metodológico de estos experimentos se considera relativamente bajo, lo cual limita la fuerza de estos resultados. Por ello debe ampliarse la investigación en ambas indicaciones.
El Natural Standard Research Collaboration informa de la situación actual para el uso de la estevia (en concreto los glucósidos de esteviol, los principios activos con mayor poder edulcorante de la planta), como edulcorante añadido a alimentos y bebidas.
El Comité Mixto FAO/OMS de Expertos en Aditivos Alimentarios (JECFA) concluyó en junio de 2008 que los glucósidos de esteviol son seguros para su uso en alimentos y bebidas y estableció una ingesta diaria admisible (IDA) de 4 miligramos por kilo de peso corporal (expresado como esteviol). Esta cantidad equivale a una dosis diaria máxima de hasta 240 miligramos para una mujer de 60 kg o 280 miligramos para un hombre de 70 kilos. El JECFA estableció las especificaciones de identidad y pureza de los glucósidos de esteviol con un contenido mínimo del 95% de la suma de los siete principios activos.
En Europa. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha realizado una evaluación general de seguridad para la aprobación de la estevia como edulcorante en los alimentos y para su uso como potenciador del sabor. En abril de 2010, la EFSA publicó un dictamen científico positivo y estableció la IDA propuesta por el JECFA, de 4 miligramos por kilo de peso de esteviol. En el momento actual, la Comisión Europea redacta la legislación para la autorización y puesta en el mercado europeo de este edulcorante. El siguiente paso será la actualización de la directiva europea sobre aditivos para incluir este nuevo edulcorante. En Francia, la Agencia francesa de seguridad alimentaria (ANSES) evaluó el rebaudiósido A y dio una evaluación de seguridad positiva. En septiembre de 2009, Francia autorizó el uso de rebaudiósido A como edulcorante en el ámbito nacional durante un período transitorio hasta el establecimiento del anexo de la nueva regulación de los aditivos en el marco de la UE que se espera para 2011. Con base en la evaluación del JECFA 2008, Suiza ha decidido autorizar de forma provisional el uso de productos que contengan glucósidos de esteviol, en cumplimiento de las especificaciones del JECFA.
En Estados Unidos. En diciembre de 2008, la Food and Drug Administration (FDA) aceptó que el uso de la estevia con un mínimo del 95% rebaudiósido A es seguro (GRAS, Generally Recognized as Safe (GRAS) como edulcorante en alimentos y bebidas.
En el resto del mundo. Australia y Nueva Zelanda aprobaron el uso de glucósidos de esteviol de acuerdo con el JECFA en 2008, en un rango definido de aplicaciones en alimentos. En Japón, China, Corea y Brasil, entre otros países, los glucósidos de esteviol se consideran componentes naturales de alimentos y, como tales, están aceptados para su uso alimentario.