Entre los cuadros clínicos asociados al calor y la deshidratación, el cólico nefrítico es el más común. La acumulación de cálculos urinarios (más conocidos como piedras en el riñón) se da con regularidad en medio o justo al final del verano, debido a un déficit en la ingesta de agua. Esto provoca una obstrucción en las vías urinarias y la aparición repentina de un dolor de la región lumbar que avanza hacia el abdomen. La sensación que produce es parecida a la de un pinchazo o quemazón y estos cólicos suelen ser un motivo para ir a urgencias. ¿Sabes cómo detectarlo? Y sobre todo, ¿sabes cómo prevenirlo? Te lo contamos.
Síntomas y causas del cólico nefrítico
✔ Los síntomas del cólico de riñón
Brusco e intenso. Así de grave puede llegar a ser el dolor del cólico nefrítico, que se inicia en la región lumbar y que avanza hacia delante, muy cerca del pubis. En ocasiones viene acompañado de dolor al orinar, afectación general, sudoración, náuseas y vómitos.
Otros síntomas comunes son:
- Fiebre.
- Disuria: dificultad o dolor al orinar.
- Polaquiuria: necesidad de orinar muchas veces y en cantidades escasas. puede estar acompañada por una sensación de necesidad urgente de orinar.
- Hematuria (sangre en la orina). Puede estar en pequeñas cantidades (se detecta en los resultados de un análisis de orina), o puede ser visible.
- Anuria: no hay secreción de orina.
✔ Causas del cólico
La causa más frecuente es una obstrucción provocada por la acumulación de sales minerales que se convierten en arena y después crean un cálculo (o piedra), que impide el avance de la orina desde el riñón hacia la vejiga.
Esto origina una dilatación de la vía urinaria y como consecuencia un malestar. «Existe una tendencia genética a formar cálculos, pero lo que más lo provoca es ingerir bajos volúmenes de líquidos», aclara Fernando Simal, de la Sociedad Española de Nefrología (SEN). De ahí que en verano necesitemos incrementar el consumo de agua, ya el exceso de calor puede deshidratarnos y derivar este tipo de problemas.
Más conocida como piedras en el riñón, la litiasis renal es una afección muy frecuente, según la SEN. Aproximadamente, entre el 5 % y el 12 % de la población de los países industrializados sufre algún episodio sintomático, relacionado con este problema, antes de los 70 años de edad. En España, un 4% de la población española experimenta esta afección, que es mucho más común en hombres, de acuerdo con la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI). «La mayor parte de las personas que tienen cálculos acaban expulsándolos, pero las posibilidades de que vuelvan a aparecer, al cabo de una década, son altas», explica Simal.
–Imagen: DarkoStojanovic
Cómo se diagnostica el cólico nefrítico
✔ El diagnóstico
El diagnóstico de cálculos se realiza ante la sucesión de uno o varios cólicos nefríticos. No obstante, el paciente tiene que acudir a un médico para realizarse las pruebas necesarias. Una analítica de orina y sangre sería lo óptimo para dar con el diagnóstico. Pero en ocasiones también se recomienda hacer una radiografía de abdomen y la ecografía renal y vesical, que permiten visualizar dónde se halla el cálculo.
Además, con estos últimos procedimientos, el médico puede saber las dimensiones de la piedra y la repercusión que provoca sobre el riñón, afirman los expertos de la Fundació Puigvert.
En casos de duda o si se considera necesario, algunos especialistas realizan una tomografía axial computarizada (TAC). Sin embargo, no hay que alarmarse. En el 70 % de los casos diagnosticados se expulsa la piedra por sí sola, así que solo hay que hacer frente al cólico renal.
✔ Tratamiento
Se puede reducir el dolor y la expulsión de la piedra gracias a la ayuda de analgésicos y antiinflamatorios, pero sobre todo consumiendo muchos líquidos, de acuerdo con los expertos consultados.
Cuando los cálculos no pueden deshacerse con medicamentos, la única alternativa es recurrir a un tratamiento invasivo, pero eso es decisión de los especialistas. Las piedras en el riñón pueden ser tan pequeñas como un grano de arena, según un estudio de la Fundación Americana del Riñón. Pero en ocasiones pueden ser grandes casi como una perla.
Cómo evitar un cólico nefrítico: prevención
✔ Beber agua
La forma más sencilla para evitar los cálculos, y los consecuentes cólicos, es beber agua. Una correcta hidratación requiere la ingesta de entre 1,5 litros y 2 litros de agua al día, como mínimo. Para saber si estamos bebiendo la suficiente cantidad de agua y líquidos, o si incluimos alimentos ricos en agua que garantizan una correcta hidratación, debemos vigilar la orina.
Es importante comprobar que orinamos, al menos, en cuatro ocasiones desde la mañana a la noche, así como asegurarse de que el color es amarillo pálido o claro. Si la orina es amarilla ocre o más oscura, y no se están tomando vitaminas o medicamentos que la afecten, se debe aumentar la ingesta de agua en dos vasos diarios durante cinco días hasta conseguir orinar al menos en cuatro ocasiones y lograr una pérdida de color y de olor.
Sin embargo, si tienes algún tipo de enfermedad renal, es necesario limitar los líquidos. Así que lo conveniente es que tu médico te indique la cantidad adecuada.
✔ Evitar alimentos ricos en sal
Además, los especialistas de la Fundación Americana del Riñón recomiendan evitar el consumo de alimentos ricos en sal y proteínas, como carnes o huevos.