De la alimentación indígena a la cocina de los grandes chefs y del crecimiento silvestre al cultivo organizado. Así es el viaje que ha experimentado este producto en los últimos 20 años, un recorrido que lo ha sacado de su entorno natural, las zonas subtropicales de Australia, para sorprender a los comensales de diversas ciudades del mundo. Hablamos del microcitrus australasica, más conocido como lima dedo, un sorprendente fruto que pertenece a la familia de los cítricos y cuya textura y aspecto recuerdan mucho al caviar. Conoce más de él y cómo introducirlo en tu cocina y tu jardín.
La lima dedo, o finger lime, tiene la forma y el tamaño de un dedo de la mano, pero esta curiosidad, que le da su nombre, no es su rasgo más sobresaliente. Lo que nos fascina de este alimento está en su interior: una pulpa fresca, jugosa y efervescente formada por decenas de globitos que, al comerlos, estallan en la boca y estimulan los sentidos. De sabor cítrico y un tanto ácido, el jugo resulta muy refrescante al paladar, una cualidad que convierte a esta fruta en el acompañamiento idóneo de numerosos platos de carne y pescado, como también en un estupendo ingrediente para ensaladas, bebidas y cócteles. Además, existen limas dedo de diferentes colores (los tonos van del amarillo claro y el verde intenso al naranja y al púrpura), lo que alimenta la creatividad de los cocinillas a la hora de diseñar sus platos.
Eso sí, al igual que las huevas de esturión, no es un ingrediente barato. En Europa cuesta más de 100 euros el kilo y no es tan fácil de conseguir. La buena noticia es que ya hay árboles de este fruto en España y pueden comprarse en algunos viveros. Si te gusta la jardinería y no tienes prisa por degustar un manjar, ya sabes: este caviar se cultiva en maceta.