El Anisakis Simplex es un nematodo (gusano), un parásito que infecta a mamíferos marinos (ballenas, delfines, focas, etc.) y a grandes peces, en los cuales se desarrolla hasta alcanzar su forma adulta. Las personas somos huéspedes accidentales de este parásito. Podemos adquirir las larvas, si consumimos pescado parasitado crudo, poco cocinado o que no hayamos congelado con anterioridad. En el siguiente artículo se explica qué es el anisakis, en qué especies se encuentra con más frecuencia y cómo prevenirlo.
El Anisakis Simplex es un nematodo (gusano), un parásito que infecta a mamíferos marinos (ballenas, delfines, focas, etc.) y a grandes peces, en los cuales se desarrolla hasta alcanzar su forma adulta. A través de las heces de estos animales se liberan al mar los huevos del parásito que son ingeridos por pequeños crustáceos que sirven a su vez de alimento de otros peces y cefalópodos como la sepia o el calamar, en los que las larvas maduran. El ciclo biológico se cierra cuando estos peces y cefalópodos son ingeridos por los mamíferos y grandes pescados, que son los huéspedes definitivos. El anisakis se aloja habitualmente en el tubo digestivo de los peces vivos y, una vez que éstos mueren, las larvas migran hacia las vísceras y la musculatura, llegando incluso a traspasar la piel del pescado.
¿Cómo se transmite el anisakis a las personas?
Las personas somos huéspedes accidentales. Podemos adquirir las larvas si consumimos pescado parasitado crudo o poco cocinado.
Los primeros casos de parasitación por anisakis se describieron en Japón y Holanda, países que presentan un alto consumo de pescado crudo. Con posteriodidad, han ido apareciendo casos en otros países como España, Francia, Estados Unidos, etc., posiblemente debido a la introducción de nuevas preparaciones culinarias.
¿Qué pescados pueden contener anisakis?
Bacalao, sardina, boquerón, arenque, salmón, abadejo, merluza, pescadilla o caballa son las especies más comunes en acoger anisakis
Las especies parasitadas son diversas, pero entre las más habituales se encuentran: bacalao, sardina, boquerón, arenque, salmón, abadejo, merluza, pescadilla, caballa, bonito, jurel, etc., y el calamar, dentro de los cefalópodos. La cantidad de parásitos varía en función del lugar de captura y del momento de la evisceración. De este modo, los peces capturados en alta mar que son rápidamente eviscerados presentan menos parásitos que los capturados en la costa.
¿Qué enfermedades puede causar en los seres humanos?
Una vez que se han ingerido las larvas del parásito, estas pueden originar dos tipos de patologías diferentes: anisakiasis o anisakidosis y la alergia a anisakis.
- Anisakiasis o anisakidosis. En este caso la enfermedad se adquiere por el consumo de larvas vivas de anisakis debido a la ingesta de pescado crudo, ahumado, salado, en vinagre, marinado o poco cocinado, en el microondas o a la plancha.
El cuadro clínico puede ser leve o más o menos grave. Las larvas afectan sobre todo al tracto gastrointestinal y sobreviven a las diferentes secreciones digestivas. Pueden enclavarse y producir inflamación o en los casos más graves, llegar a perforar estómago e intestino o migrar a otros tejidos y órganos.
La forma gástrica cursa con dolor abdominal, acompañado o no de náuseas, vómitos y diarreas, que puede semejarse a las manifestaciones de otras enfermedades como apendicitis, ileítis (inflamación de la porción del intestino delgado denominada íleon), úlcera gástrica, obstrucción intestinal e incluso tumores abdominales.
Se han encontrado también casos de afectación articular y de otros órganos (pulmón, hígado, páncreas y bazo).
Un buen historial médico resulta fundamental en el diagnóstico de la enfermedad, ya que la gran mayoría de los pacientes refiere haber tomado pescado en las 48-72 horas anteriores. Las técnicas endoscópicas (gastroendoscopia o colonoscopia) permiten ver las larvas y a su vez extraerlas, si bien en casos de mayor gravedad puede ser necesaria la cirugía.
- Alergia a anisakis. Las personas que presentan alergia a este parásito muestran diversos síntomas tras la ingesta de pescado infestado. Estos signos varían desde una simple urticaria (erupción cutánea) al angioedema, que se caracteriza por la aparición de grandes ronchas en la superficie de la piel, en especial alrededor de ojos y labios, y que puede también afectar a manos, pies y garganta. Los cuadros más graves se asocian a «shock anafiláctico» que requiere de ingreso hospitalario, pudiendo ir acompañados o no de los síntomas gastrointestinales citados anteriormente.
El diagnóstico se basa en la detección de anticuerpos (inmunoglobulina E), así como en pruebas específicas de sensibilidad cutánea.
Es fundamental evitar la ingesta de pescado crudo o poco cocinado, incluyendo las preparaciones caseras en vinagre, ahumados, salazón, marinados, pescados a la plancha o al microondas insuficientemente hechos, etc.
Las larvas del pescado infestado mueren con la cocción a una temperatura de 60 ºC por lo menos durante 10 minutos.
Las larvas se destruyen mediante la congelación. Para ello es preciso congelar el pescado durante más de 24 horas a una temperatura de -20 ºC. El pescado congelado o ultracongelado en alta mar, que ha sido eviscerado con rapidez, tiene pocas posibilidades de estar parasitado.