El hueso es una estructura formada por minerales como el calcio, el fósforo, el magnesio y el flúor. Todos estos, junto con la acción específica de ciertas hormonas, dan forma, consistencia y dureza al esqueleto. Las investigaciones científicas han evidenciado que el magnesio ejerce un papel importante en la formación ósea (el 65% del magnesio se concentra en los huesos), ya que mejora la asimilación del calcio que se ingiere a través de la dieta. Esto ha dado pie al consumo de magnesio a través de diversos complementos dietéticos. En Estados Unidos, las ventas de suplementos con magnesio como ingrediente primario aumentaron más del 20% durante 2010, un dato que se desconoce entre la población española. A la vez, aumenta el interés de los fabricantes de alimentos y de bebidas por agregar este mineral a sus productos y promocionar un beneficio añadido.
La deficiencia de magnesio puede causar una mala absorción de calcio en el organismo. Una ingesta deficiente de este mineral, unida a un exceso de fosfatos (alimentos ricos en fósforo como las carnes o las verduras, hortalizas y frutas cargadas de fertilizantes), dificulta el metabolismo óseo del calcio. De ahí que, por mucho que se ingiera a través de los alimentos, si hay deficiencia de magnesio, es difícil que el calcio se aproveche de modo correcto. Por esta razón, es necesario cubrir también las necesidades de magnesio.
Magnesio para los huesos y más
El magnesio tiene la función de activar una enzima necesaria para formar hueso nuevo
El magnesio regula la absorción y asimilación del calcio, ya que suprime la acción de la paratohormona, hormona que aumenta la resorción ósea y estimula los osteoclastos (células de los huesos) para degradar el hueso. La paratohormona libera más calcio al torrente sanguíneo con el fin de regular el equilibrio de calcio y fósforo en el organismo. El magnesio, además de suprimir la acción de la paratohormona, tiene la función de activar una enzima necesaria para formar hueso nuevo. Este mineral también influye en la actividad de la vitamina D, necesaria para que el calcio se fije en el hueso.
Ante todos estos hechos demostrados desde la evidencia médica y científica, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha publicado un dictamen favorable sobre el magnesio y el mantenimiento de la salud de los huesos y dientes. Por ello, para hacer recomendaciones sobre la elección de los alimentos o de los complementos para la nutrición y la salud ósea, se ha de considerar el papel del magnesio y no solo el del calcio, al que se le ha reconocido siempre, casi de forma exclusiva, tal rol.
Funciones del magnesio
El magnesio ha demostrado una acción positiva para otras circunstancias del organismo, como la síntesis de proteínas, la reducción del cansancio y de la fatiga, el equilibrio de electrolitos o la contracción muscular. Todas estas funciones han obtenido el dictamen favorable de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).
- Magnesio contra el cansancio y la fatiga. Según el panel de expertos de la EFSA, está establecida una relación causa-efecto entre la ingesta de magnesio y una reducción del cansancio y la fatiga. Una dieta rica en este mineral y la toma puntual de un complemento, en la forma mejor y más asimilable, combate la deficiencia de magnesio y los síntomas que la acompañan, como la debilidad muscular.
- Mantenimiento de la contracción muscular normal. El magnesio interviene en la transmisión muscular, en el buen funcionamiento de los músculos, y desempeña una función primordial en la relajación muscular. Una dieta rica en magnesio y un complemento mineral puede resultar un refuerzo interesante para los deportistas en plena competición deportiva, con el fin de asegurarse una óptima nutrición para los músculos.
- Normalidad de las funciones psicológicas. Numerosos complementos dietéticos de distinta naturaleza reivindican su papel en el rendimiento mental, entendido como los aspectos de las funciones cerebrales y nerviosas que determinan la concentración, el aprendizaje, la memoria y el razonamiento. Una disminución en el estatus de magnesio está asociada con varios síntomas relacionados con desórdenes psicológicos, como depresión, psicosis, irritabilidad o confusión. El panel de expertos de la EFSA confirma la relación causa-efecto entre la ingesta de magnesio y la contribución a la normalidad de las funciones psicológicas.
La ingesta dietética de referencia de magnesio para mujeres es de 300 miligramos/día y de 350 para hombres. Hay alimentos que no pueden faltar en la dieta diaria por su contribución a suplir las necesidades de este mineral. No resulta difícil alcanzar estas recomendaciones, siempre que en la alimentación abunden los alimentos vegetales: frutos secos, frutas desecadas, cereales integrales, legumbres y vegetales de hoja verde, como espinacas, acelgas, lechuga o berros.
A modo de complemento natural, la levadura de cerveza es el mayor concentrado de magnesio, por lo que puede servir como complemento de la dieta si se añade a ensaladas, verduras, yogures o zumos.