La merienda debe ser una parte habitual de la alimentación infantil, para evitar que transcurran muchas horas desde la hora de la comida hasta la hora de la cena.
Igualmente, conviene que no sean muy consistentes para no quitar a los niños el apetito a la hora de la cena. Interesa que ellos participen si es posible en su preparación, para que sean conscientes de su importancia. Se recomienda dar alimentos nutritivos y no muy energéticos, con el fin de no sobrepasar las calorías de la dieta. El tamaño de la ración dependerá también del grado de actividad física que realice el niño.
Variedad de meriendas:
Meriendas dulces: | Meriendas saladas: |
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