Los berros son plantas silvestres muy comunes, que pertenecen a la familia de las crucíferas, a la misma que las coles. En años antiguos se consideraba una mala hierba y, sin embargo, hoy en día es una planta que goza de fama internacional en la alta cocina.
Al alcance de todos
Los berros son de las pocas hortalizas que crecen de forma espontánea en el medio acuático. Crecen de forma silvestre en aguas estancadas o con poca corriente, en manantiales, arroyos y orillas de los ríos. Quienes se acerquen a las orillas de los ríos para adquirir estas plantas podrán disfrutar del auténtico sabor de los berros frescos. Tienen un aroma característico y un sabor ligeramente picantes pero con un punto de dulzura que recuerda en parte al sabor de la mostaza; aunque si los berros se recogen cuando están muy crecidas sus hojas resultan demasiado picantes.
Cada vez es más fácil encontrar berros frescos en el supermercado. En este caso, conviene escoger los manojos frescos, de hojas verdes y sanas y retirar los tallos duros. También se venden los berros ya limpios, envasados en bolsas y listos para consumir. De este alimento se utilizan tanto las flores como las hojas. Ambas se recogen cuando la planta está en plena floración. Sus hojas están compuestas de cinco o siete hojitas redondeadas, muy parecidas a las de la rúcula. Las flores son pequeñas de color blanco y tienen cuatro pétalos. El fruto es seco, con muchas semillas de color amarillo-rojizo que germinan en pocos días.
Fuente importante de vitaminas y antioxidantes
Esta planta se consume en cantidades muy pequeñas y esto hace que su valor nutritivo apenas repercuta en la dieta. No obstante, se trata de una de las verduras más ricas en antioxidantes, como la vitamina C, el beta-caroteno o pro-vitamina A y la vitamina E. En concreto, un manojo mediano de sólo 20 g de berros proporciona el 20 por ciento de la ración diaria recomendada de vitamina C para un adulto. Estas verduras también son una fuente excelente de ácido fólico. Además contiene una cantidad nada despreciable de fibra, que contribuye a un mejor tránsito intestinal.
Su característico sabor, amargo y picante al mismo tiempo, hace que esta planta sea excelente para mejorar la digestión, puesto que estimula las secreciones digestivas.
Cada vez más empleados
Por lo general, esta planta se consume cruda, en forma de ensaladas. Los berros frescos son más nutritivos, al igual que el resto de hortalizas. En el proceso de cocción pierden gran parte de las vitaminas y minerales que presentan en su composición. Por ello, una opción que se puede emplear para que no haya tanta pérdida de nutrientes es cocinarlos al vapor.
Las hojas del berro sirven para decorar y dar un sabor especial a ensaladas, bocadillos y salsas. Además se suelen utilizar como acompañamiento de carnes, pescados y platos de pasta o arroz. En otros casos se utilizan únicamente como condimento como ocurre con las sopas y las cremas.