A partir de las llamadas salsas principales o básicas, como es el caso de la mayonesa, se obtienen otro tipo de salsas muy apetecibles, tan solo adicionando los ingredientes adecuados.
Dentro de la terminología propia de la hostelería hay salsas derivadas de la mayonesa que tienen nombre propio y que incluyen en su elaboración unos ingredientes muy concretos.
Salsas muy variadas
– Salsa Andaluza: a la mayonesa se le añade puré de tomate concentrado y pimiento morrón picado. Se emplea para acompañar a pescados y mariscos.
– Salsa Verde: la mayonesa se mezcla con puré de espinacas o berros, perejil y estragón.
– Salsa Remolada: se elabora mediante la mezcla de mayonesa, alcaparras, pepinillos, perejil, perifollo, estragón y cebolleta. Se emplea como acompañante de pescados, huevos y carnes.
– Salsa Tártara: a la mayonesa se le añade remolacha, huevo cocido picado, puré de anchoas y mostaza de Dijón.
– Salsa Vicent: la mayonesa se mezcla con salsa verde, hojas de acedera y yemas de huevo duro tamizadas.
– Salsa Rosa: se elabora mediante la mezcla de mayonesa, zumo de naranja, puré de tomate, brandy, salsa perrins y tabasco. Se emplea para acompañar a platos de pescado y marisco.
– Salsa Gribiche: a la mayonesa se le añade vinagre, sal, pimienta y mostaza. El acabado es de pepinillos, pimiento morrón y pimiento verde.
– Salsa a la crema: la mayonesa se mezcla con zumo de limón y nata.
– Salsa Rusa: se elabora mediante la mezcla de mayonesa, daditos de langosta cocida, caviar, mostaza y salsa perrins.