El verano es una de las épocas que más se hace uso de la energía, en especial debido al empleo de los sistemas de climatización para evitar el calor. Para reducir el gasto energético durante esta estación, y de paso ser más ecológicos, este artículo ofrece diez consejos prácticos que los consumidores pueden realizar de forma sencilla.
1. Mantenerse frescos
Una ropa ligera y adecuada a los calores estivales supone estar más cómodo y, de paso, reducir o incluso evitar los sistemas de climatización. Un buen razonamiento para proponer en la empresa donde se trabaja un cambio en la vestimenta: la productividad aumenta y el gasto energético disminuye, ya que por cada grado de menos en el aire acondicionado se ahorra un 7% de energía.
Un ventilador gasta hasta un 90% menos de energía que el aire acondicionadoAdemás de la vestimenta, otra cuestión básica para mantenerse frescos es una buena hidratación. Beber agua ayudará además a evitar los peligrosos golpes de calor y, si es con un botijo, se mantendrá fresca sin gastar energía. También es esencial tomar frutas y verduras, sobre todo de origen local (kilómetro cero) y de temporada, más económicas y con una menor huella de carbono.
2. Evitar el calor en los edificios
Los edificios con criterios sostenibles, como los que certifican sellos como como LEED o Passiv House, consiguen ahorros considerables en climatización.
Asimismo, para evitar que el calor del exterior aumente la temperatura de la vivienda, se pueden seguir varios consejos: airear las habitaciones a primera y última hora del día (cuando hay más frescor); cubrir las ventanas con persianas, estores o toldos por donde da el sol; hacer circular el aire con una corriente de aire o ventilación cruzada; usar ventiladores (gastan hasta un 90% menos de energía que el aire acondicionado) y encenderlos solo cuando haya gente; apagar las luces y los aparatos eléctricos que, además de consumir electricidad, generan calor; invertir en un buen aislamiento del edificio, etc.
3. Utilizar aparatos eficientes y solo cuando sea imprescindible
Si los remedios anteriores no son suficientes y hay que emplear algún aparato de climatización, al menos que tenga la mayor eficiencia energética posible (clase A en adelante). Este consejo se extiende al resto de electrodomésticos y equipos de iluminación, que deberán utilizarse solo cuando no quede más remedio.
4. Colgar la colada en un tendedero y usar programas fríos de la lavadora
Ya que en verano hace calor, al menos hay que intentar aprovecharlo a nuestro favor. Una forma es al hacer la colada. La lavadora conviene emplearla con programas de agua fría, que consumen mucha menos energía. Y en vez de usar una secadora eléctrica, se puede colgar la ropa en un tendedero, que se secará enseguida con la acción del sol.
5. Aprovechar sistemas de energía solar
Los precios de la tecnología solar han bajado alrededor del 75% en menos de diez años, según datos de Solar Power Europe, la asociación de la industria fotovoltaica europea. Instalar una placa solar en casa es una tendencia imparable en todo el mundo, a pesar de que en España la normativa dificulta en la práctica el autoconsumo solar. Otra forma de aprovechar la gratuita e ilimitada energía del sol es cocinar en una barbacoa solar.
6. Moverse de la forma más sostenible posible
El verano siempre da más opciones para dejar el coche y andar, ir en bicicleta o utilizar algún transporte público. Además de realizar un ejercicio saludable, se ahorra energía y dinero. Y si no queda más remedio que usar el vehículo privado, al menos conducir de forma eficiente, que también beneficiará al medio ambiente y el bolsillo.
7. Darse de alta en una empresa eléctrica 100% verde
Diversas iniciativas, en su mayor parte cooperativas, producen y comercializan en España energía renovable. Según sus responsables, los consumidores pueden contratar tarifas incluso más baratas que las compañías eléctricas convencionales y, en el caso de las cooperativas, formar parte de la misma como uno más. El origen de la electricidad «verde» se garantiza de manera transparente y oficial.
8. Contratar una empresa que ayuda a ahorrar energía
Las empresas de servicios energéticos (ESE) consiguen que sus clientes, desde grandes edificios públicos a pequeñas comunidades de vecinos, ahorren energía con medidas cuya inversión asume la ESE (esta cobra un porcentaje del ahorro logrado). La reducción del consumo energético se estima en un mínimo del 20%, que puede superar el 40% en función del estado de las instalaciones, según la Asociación de Empresas de Servicios Energéticos (ANESE).
9. No olvidarse de reciclar
La forma de vivir el verano, más relajada, no puede hacernos olvidar reciclar. La extracción, elaboración y transporte de nuevas materias primas supone el uso intenso de energía obtenida en su mayor parte con combustibles fósiles. Gracias al reciclaje se utiliza menos energía: cada botella de vidrio reciclada evita consumir la electricidad que necesitaría una bombilla de 100 vatios durante cuatro horas.
10. Utilizar aplicaciones móviles y páginas web para ahorrar energía
Los consumidores pueden ahorrar energía en su hogar con varias aplicaciones para teléfonos móviles. Asimismo, diversas iniciativas ofrecen páginas web que enseñan a los consumidores a estimar su gasto energético y a reducirlo para gastar menos dinero y proteger el medio ambiente.