En los últimos años, se han comercializado productos que contienen ingredientes más reconocidos por su aparente labor cosmética que por su papel como agente nutricional. Algunos han traspasado la barrera del mercado cosmético y se muestran como el nuevo reto de la industria alimentaria. Las bebidas y leches fermentadas con aloe vera son una prueba. Esta planta se ha usado de manera natural o en la composición de geles y cremas de uso tópico por su eficacia para el cuidado de trastornos dermatológicos.
En la naturaleza se identifican cerca de 400 especies de aloe. De sus hojas carnosas se obtienen dos productos, el gel (una sustancia mucilaginosa) y el látex (amargo). Ambos contienen varios componentes con una potencial actividad biológica, aunque también toxicológica. Una de las especies más conocidas es el «Aloe Barbadensis Miller» o «Aloe vera», también llamado sábila. Su uso, incluida la ingesta oral en forma de gel, jugo, cápsulas o comprimidos, es popular en distintas culturas y desde hace milenios para tratar trastornos gastrointestinales, picaduras de insectos, la psoriasis y otras lesiones de la piel.
Efecto del aloe vera ingerido
Los estudios clínicos que han examinado el efecto de la administración oral del gel de aloe vera no son muy numerosos. Las investigaciones se han centrado en el proceso de cicatrización de heridas en animales. Según expertos del Departamento de Dermatología del Jondishapur University of Medical Sciences, en Ahvaz (Irán), el consumo oral puede disminuir el número y tamaño de los papilomas e, incluso, reducir la incidencia de tumores en el hígado, el bazo y la médula ósea. Estos últimos resultados, no obstante, se refieren a ensayos con ratones. Las antraquinonas, los componentes que confieren el sabor amargo, como la aloe-emodina, inhiben el crecimiento del tumor y mejoran la supervivencia de los animales. Varios ensayos «in vitro» también han mostrado una actividad anticancerígena de aloe-emodina.Algunas pruebas preliminares indican que la ingesta de aloe vera podría ayudar a reducir la glucemia en personas con diabetes
Hace diez años, investigadores del School of Postgraduate Medicine and Health Sciences, de la Universidad de Exeter, en Devon (Reino Unido), analizaron la efectividad clínica de la ingesta oral de aloe vera en humanos. Los diez estudios seleccionados indicaron que existen algunas pruebas preliminares (que no concluyentes) según las cuales la administración oral de aloe vera podría ser un complemento útil para reducir la glucemia en pacientes con diabetes y los niveles de lípidos en sangre en personas con hiperlipemia.
Pero los expertos advierten de que estos resultados no se pueden considerar concluyentes ya que existen deficiencias en la metodología de los distintos estudios seleccionados, como el escaso tamaño de muestra, la corta duración del ensayo y el desconocimiento del potencial tóxico tras una ingesta en un periodo largo, entre otras. Por tanto, y aunque se observen efectos positivos en el organismo, la eficacia y seguridad a largo plazo de su consumo no está suficientemente probada.
Laxante irritante
Del informe final sobre la evaluación de la seguridad de diversos tipos de aloe, como Andongensis, Arborescens, Barbadensis o Aloe ferox, los investigadores del Cosmetic Ingredient Review aseguran que la ingesta continua o excesiva puede provocar diarrea, desequilibrio electrolítico, disfunción renal o dermatitis de contacto y alterar el efecto de ciertos medicamentos.La hoja de aloe está formada por células pericíclicas, que se encuentran debajo de la piel de la planta y en la zona central interior de la hoja. De la planta se extrae el gel y el látex, este último de sabor amargo por su concentración en antraquinonas. Son sustancias con capacidad para producir fototoxicidad (la piel se ve afectada por acción de la luz) y también son irritantes gastrointestinales responsables de los efectos catárticos o laxantes irritantes de la mucosa intestinal.
Esto explica que la diarrea sea uno de los efectos secundarios del consumo de jugo de aloe vera (procedente del látex o del extracto de las hojas) o de productos que lo contengan, según en la cantidad que se consuma. A diferencia del látex, el gel de aloe vera no contiene estas sustancias laxantes.
Los extractos de la corteza, las hojas y las raíces de aloe vera tienen capacidad para actuar contra bacterias como Staphylococcus aureus, Escherichia coli, Klebsiella pneumoniae y el hongo Candida albicans, que provoca candidiasis, una infección común que puede aparecer en la boca y en la vagina (vaginitis), las zonas húmedas del organismo donde crece de manera natural el hongo. Así se desprende de un informe publicado el pasado mes de julio en “Journal of Ethnopharmacology”, elaborado por expertos del Research Centre for Plant Growth and Development, School of Biological and Conservation Sciences, de la Universidad KwaZulu-Natal, en Durban (Sudáfrica). En él, los investigadores han analizado los efectos antimicrobianos y antiinflamatorios del árbol “Aloe barberae”, una especie de aloe cuyo hábitat natural son ciertas zonas de Sudáfrica.
Los componentes del aloe ejercen, sobre todo, de agentes acondicionadores de la piel. Se deben incluir en los productos cosméticos en bajas concentraciones. Para evitar efectos secundarios, en los productos de uso no medicinal que lleven añadido aloe se establece un límite de 50 ppm (partes por millón) en la concentración de antraquinonas. Así lo informa el panel de expertos del Cosmetic Ingredients Review.
Los distintos informes sobre el aloe vera coinciden en señalar que la aplicación tópica de esta planta no previene las lesiones inducidas por la radiación. Estos geles o cremas tampoco son eficaces como protectores solares, ni curan las quemaduras producidas por el sol. Sin embargo, su uso externo o local resulta eficaz para el tratamiento del herpes genital, las quemaduras, la cicatrización de las heridas, la inflamación y diversas lesiones como la psoriasis, la dermatitis seborreica, la xerosis o sequedad de la piel y el liquen plano oral.