La ropa para bebés y niños soporta, a menudo, precios bastante elevados. Y el riesgo de que se use poco antes de que el pequeño crezca, y ya no le valga, es también muy probable. Entonces, ¿qué hacer para ahorrar en las prendas infantiles? Este artículo ofrece ideas y claves con el fin de reducir gastos en la ropa del niño: reutilizarla, arreglarla cuando se rompe y, si no se puede remendar, aprovechar algunas partes para reparar otras prendas infantiles.
En tiempos de crisis, todas las ideas que propongan maneras de ahorrar con niños son bienvenidas. Cuando se tienen hijos, una de las áreas más importantes en este sentido es la que tiene que ver con la ropa infantil, ya que la relación entre el precio de las prendas y el tiempo de uso puede ser poco rentable.
Con este fin, se enumeran a continuación tres formas claves para ahorrar en la ropa de los niños.
Gastar menos en la ropa infantil: ¿cómo reutilizar con inteligencia?
La costumbre de que un niño use la ropa que ya no le vale a su hermano mayor es un verdadero clásico. Y si bien se trata de una práctica que a veces no gusta demasiado al pequeño que hereda, es una medida útil cuando una prenda está todavía en buen estado.
La ropa para niños puede conseguirse más barata en las redes de intercambio de prendas infantiles organizadas en Internet
Pero, ¿qué pasa si no hay hermanos? Pues que los traspasos pueden ser a primos o hijos de amigos. Y conviene estar atentos en ambos sentidos. Es decir, tanto para aceptar ropa de niños mayores como para cederla cuando al propio ya no le va, pero que está en buen estado.
Además, existen otras alternativas para que las prendas circulen. En Internet, una de las opciones más populares es Segunda manita, un tablón de anuncios con pedidos y, sobre todo, ofrecimientos de ropa infantil -y otros objetos- cuyos dueños ya no utilizan.
Otra posibilidad, además de las redes de intercambio de ropa, es donar las prendas que ya no se usen a asociaciones que se dediquen a la ayuda y cooperación, como Humana, Cruz Roja y Cáritas.
Ropa para niños barata: ¿cómo arreglarla?
Los niños son muy inquietos y tienen muchas energías para gastar. Por eso, sus juegos muchas veces incluyen correr, saltar, andar por el suelo. Todo esto puede redundar en que una prenda -todavía en buen estado- se rompa en un sitio o se desgaste demasiado solo en una parte. En estos casos, lo más conveniente es arreglarla.
Los propios padres y madres pueden acometer ellos mismos la tarea de remendar un «siete». Pero, si no tienen el tiempo o la habilidad manual suficiente para hacerlo, tienen la alternativa de acudir a talleres de arreglos de ropa que hay en todas las ciudades.
Yelp tiene una categoría especial dedicada a locales de reparación de ropa, con decenas de opciones. Se puede buscar por barrios y cuenta, con muchos comentarios y opiniones de usuarios. También Páginas amarillas ofrece numerosos resultados.
Otra alternativa es crear prendas distintas a partir de ropa que ya no sirva. Un vaquero que queda corto porque el niño ha pegado un estirón, o que se ha roto en la parte de las rodillas, se puede convertir en unas bermudas o unos shorts; o una camiseta de mangas largas puede pasar a ser de mangas cortas. Lo que la imaginación y la tela permitan.
Ropa para niños: reutilizar partes
Si por mucho que se tire de imaginación, una prenda está tan rota que resulta casi imposible arreglarla, queda la opción de conservar ciertas partes que podrían servir para reparar otras prendas en el futuro. De esta manera, cremalleras, botones, plantillas y cordones de calzados, retazos de tejidos pueden ser reutilizados en otras prendas que los necesiten.
Además, la reutilización textil es un concepto que cada vez se difunde más, y muchas asociaciones se dedican a dar cursos y talleres. Algunas de ellas son Altrapo lab, La puerta de atrás y TrucaRec. En general, estas agrupaciones no solo se dedican a la reutilización de ropa sino, además, a la concienciación sobre la importancia de un consumo responsable.