El uso de las paletas, los paletines y las espátulas resulta imprescindible en la mayoría de los trabajos de albañilería, sobre todo en la construcción de muros o paredes, ya que con estas herramientas se recogen los materiales de agarre. La diferencia entre unas y otras radica en la forma y el tamaño de sus hojas, que han de ser de calidad para una correcta resolución del trabajo.
Herramientas de albañil
Las espátulas y las paletas de albañil constan de dos partes: un mango de madera o plástico y una hoja metálica, que puede ser de acero inoxidable o de acero laminado en frío. Es fundamental que las hojas sean de calidad para asegurar una larga duración de la herramienta y facilitar las tareas que se llevan a cabo con ellas.
En el caso de la paleta, esta lámina tiene una forma triangular, cuyo contorno y punta pueden variar de forma. Respecto a las hojas de la espátula, éstas pueden ser rectas o puntiagudas y más o menos anchas. Si la paleta termina en punta, se denomina yesera. Si además es de tamaño pequeño, se conoce como paletín.
Otro utensilio muy utilizado en trabajos de albañilería es la llana. De forma cuadrada, su base es de metal, con una agarradera de madera en el centro. Pueden ser lisas o dentadas. Una herramienta muy similar a la llana es el fratás. Su forma es rectangular y está fabricado de madera o plástico.
Material siempre limpio
Este tipo de herramientas se limpian con agua. Los restos de yeso o cola se eliminan con una pistola de aire caliente, que funde el material adherido. Otra opción, si la masa se ha quedado seca, es rascar la zona con otra espátula y lavar con abundante agua.
La elección de la herramienta más adecuada depende del trabajo y del material que se emplee. La paleta es la de mayor tamaño, por lo que se utiliza para cargar el material de agarre y distribuirlo en su destino.
Las espátulas de hoja triangular son las más indicadas para molduras
El paletín y la espátula están reservados para trabajos de menor envergadura, en superficies más pequeñas. En el caso de la espátula, la forma de su hoja determina el tipo de trabajo para el que es más adecuada. Si es recta, servirá para eliminar restos de pintura y papel pintado o para rellenar pequeños huecos y grietas. Las espátulas de hoja triangular son las más indicadas para molduras. Por último, las herramientas que tienen una hoja de gran tamaño denominada raedera se utilizan para aplicar masilla en grietas de gran tamaño.
Respecto a la llana y al fratás, ambos utensilios se utilizan para extender y alisar revoques. En el caso de la llana, las dentadas son especiales para marcar la primera capa de revoque y facilitar el agarre de la segunda cobertura.