Si no se desea que el suelo de madera se raye al desplazar sillas o muebles como las camas, lo mejor es colocar bajo sus patas una esponja o fieltro protector, que normalmente es autoadhesivo, y que se puede adquirir en numerosos establecimientos comerciales.
Su modo de empleo es muy sencillo, tan sólo se tendrá que recortar el trozo necesario para tapar la zona móvil que entra en contacto con la parte que puede rayarse, en este caso el suelo de madera, quitarle la película protectora y pegarlo para evitar que entren directamente en contacto ambas superficies.
También se pueden emplear este tipo de productos, aunque su grosor suele ser inferior, en las figuritas decorativas, de esta forma cuando se desplacen para limpiar el polvo no se estropeará la madera de los muebles.