La madera es sinónimo de calidez. Por ello, se emplea a menudo en ambientes fríos como revestimiento de suelos. La variedad de especies consigue un amplio catálogo de colores y texturas que se acomodan a diferentes estancias y necesidades. Sin embargo, su uso no es limitado. Los techos y paredes de madera son cada vez más frecuentes gracias a la aparición de materiales decorativos que consiguen imitaciones muy convincentes y ligeras. Dos características que facilitan la elección, instalación y mantenimiento de este tipo de cubierta.
Los techos sintéticos de madera son una alternativa a la tradicional escayola. Tableros revestidos, planchas o lamas metálicas chapadas son algunas opciones para conseguir un ambiente cálido y elegante. Los distintos acabados imitan a la madera natural. Haya, roble o caoba son sólo algunas posibilidades. También se pueden instalar molduras decorativas que, en ocasiones, sirven para unir las propias planchas.
Las placas suelen estar suspendidas de unos perfiles, que pueden verse o quedar ocultos
Lo habitual es que estas placas estén agarradas a una estructura metálica que queda suspendida del forjado con ganchos. El ensamblaje es clave. Estos perfiles evitan el contacto directo con la cubierta, lo que dificulta la filtración de humedad, y facilitan la instalación de lámparas en el techo. Según el modo en que se instalen, los perfiles pueden verse o quedar ocultos.
Cuando la madera es natural, se suele recurrir a rastreles sobre los que se fijan las planchas, aunque también es habitual la perfilería con ganchos de cuelgue. Puede ser conveniente colocar previamente unas planchas hidrófugas, que protejan frente a posibles humedades. Asimismo, si las planchas son independientes, se pueden fijar entre sí con una cola o pegamento especial.
Diferentes formatos
Los techos sintéticos de madera pueden estar compuestos por lamas. No obstante, el formato más habitual es cuadrado o rectangular. En el primer caso, las lamas pueden estar unidas con un ensamble machihembrado o separadas por un pequeño hueco que se puede rellenar con otro material.
Por su parte, las placas cuadradas o rectangulares son muy utilizadas para conseguir techos decorativos. Pueden ser lisas o tener forma de rejilla. Si se elige esta segunda opción, hay que tener en cuenta que será necesario pintar la cubierta para que no se vea a través de la rejilla, limitada por marcos más gruesos que los listones de la estructura.
Para garantizar una cubierta en buen estado, es aconsejable someter el material a dos tipos de tratamiento. Por un lado, se puede recurrir a un tratamiento protector que la mantenga a salvo de la acción de los insectos y del paso del tiempo. Por otro lado, es aconsejable un tratamiento que proteja frente al fuego. Cuando en lugar de placas sintéticas se instalan lamas o planchas de madera, ambos son también muy convenientes.