Distintas ruedas para diferentes suelos
En el mercado existen cientos de sillas de oficina. Y, también, distintos tipos de ruedas. Conviene tener las que no rayan los suelos de madera, aunque si el suelo es blando (moqueta, alfombras…) tener otro tipo de ruedas no resulta un problema tan importante.
👍 Ruedas duras
- En alfombras, moquetas o fibras naturales resulta útil tener ruedas duras, y que no se enganchen con el pelo de moqueta y alfombras.
- Deben ser ruedas de plástico duro, de material firme y rugoso, y con sistema antideslizante.
- Las de Nylon son muy resistentes, pero estropean mucho los materiales.
- Si se usan suelos duros, los rayan y además hacen ruido.
👍 Ruedas «blandas»
Para evitar la aparición de arañazos y hendiduras, es conveniente que las ruedas sean de rodadura blanda y compuestas de goma ya que son menos agresivas que las de plástico duro.
- Son silenciosas
- No rayan el suelo ni dejan marcas en alfombras porque están envueltas en material de poliuretano suave.
- Su durabilidad es alta, pero es conveniente sustituirlas cuando la cubierta comience a gastarse.
- Si no se retiran con frecuencia los residuos y suciedades que se acumulan, pueden rayar la superficie. Un cepillo de cerdas semiduras y un paño humedecido en agua y jabón son suficientes para eliminarlos.
👍 Ruedas de perfil alto
- Su superficie rodante es más estrecha y más alta
- Tienen más diseño y son más estilizadas
- Son ruedas apropiadas para sillones direccionales.
Ruedas de otros muebles
Las ruedas no son un accesorio exclusivo de las sillas de oficina. Es frecuente que muebles auxiliares como mesas, bancos de almacenamiento y cajoneras estén equipados con ellas. Aunque no se muevan tanto como las sillas, cuando se desplazan sobre el suelo, también provocan su deterioro a largo plazo.
En el caso de estos muebles, también conviene buscar ruedas que no rayen el suelo y estén recubiertas de goma.
No sólo las ruedas son culpables de originar marcas y hendiduras sobre los suelos. Las patas de los muebles auxiliares también las ocasionan. Para evitarlo, se aconseja colocar tapas o fieltros que se adhieren debajo de las patas de las sillas, mesas y mobiliario que se desplace con frecuencia.
Otro momento crucial en el que se deben extremar las precauciones coincide con el movimiento de muebles pesados que, por su ubicación fija, carecen de protección. Si se arrastran, es fácil que el suelo se estropee. Siempre que sea posible, hay que levantar el mueble y depositarlo sobre una manta gruesa con la que se desplazará sin rayar la superficie.
Cómo proteger el suelo
Si las características del mueble o de la silla no permiten cambiar las ruedas, la alternativa consiste en proteger la superficie. ¿Cómo hacerlo?
👉 Alfombras
Las alfombras protegen el suelo, pero incluso las finas, entorpecen el movimiento de las ruedas. No son la opción idónea.
👉 Protectores de suelo
No ocurre lo mismo con los materiales protectores:
- Son pliegos transparentes elaborados con plástico de uretano o de PET que se colocan sobre las zonas de tránsito o de trabajo, en el caso de las sillas de oficina.
- Su acabado es muy similar al de las alfombrillas que se emplean para los ratones del ordenador, y las ruedas se deslizan con facilidad mientras el suelo se mantiene protegido.
- No obstante, es aconsejable evitar que el protector permanezca en el suelo durante un período de tiempo prolongado, ya que podría dañar la superficie.
- Se debe retirar en intervalos regulares para facilitar la ventilación del revestimiento. Al ser una superficie plástica, es posible limpiarla con una bayeta húmeda y un detergente suave, pero es fundamental secarla con un paño seco antes de colocarla de nuevo.
Se pueden tapar con cera en barra, que se aplica con una espátula de plástico y rellena la hendidura. Se adquiere en diferentes tonalidades, similares a los distintos acabados del parqué. Es aconsejable elegir un tono algo más oscuro que el del revestimiento.
Otra alternativa para maquillar los arañazos es fabricar pasta para madera. Se consigue al combinar cera para parqué con betún de un color similar al revestimiento. Su aplicación es sencilla: con un paño limpio se distribuye en la zona deteriorada, se deja secar durante al menos 30 minutos y se abrillanta con una gamuza.