Cuando se estudian el clima y el tiempo de una zona para planificar el jardín que se va a diseñar y determinar las especies que se quieren incluir en él, hay que tener en cuenta más cuestiones que la temperatura y la media de precipitaciones que se producen en ese lugar.
El tiempo viene a ser la combinación de lluvia, temperatura, viento, sol y humedad del aire que incide sobre su jardín en un momento puntual, mientras el clima es el resumen del tiempo que hace durante todo un año. Hay que puntualizar también que existe la posibilidad de fijarse en lo que es el clima general y local. La diferencia se especifica a continuación:
–Clima general: está determinado por la altitud, la latitud, la dirección de los vientos y la proximidad al mar a la que se encuentra ubicado el jardín.
–Clima local: es la particular modificación del clima general. Éste viene dado por la orientación con respecto al sol, la exposición a los vientos, tipo de suelo y la proximidad del jardín con respecto al agua y a otras construcciones.
Estas son las nociones que marcan las claves de las que se tiene que partir para hacer un estudio pormenorizado de las condiciones que van a rodear un futuro jardín.
No obstante, si no tiene muy claro el tipo de ejemplares que va a plantar es conveniente primero medir el pH del suelo y fijarse en la vegetación circundante. Si hay un bosque cerca puede acercarse a él para conocer las diferentes especies que se desarrollan de forma natural, y que, por lo tanto, no tendrán muchos problemas para crecer en un entorno más reducido si les proporciona los cuidados adecuados. Otra opción consiste en observar cómo se desarrollan los ejemplares que se encuentran plantados en los jardines vecinos.