Las “cuentas verdes” son un producto que empieza a despuntar en la oferta de los bancos, aunque de forma muy lenta. De momento, como se señala a lo largo de estas líneas, pueden contratarse solo un par de propuestas muy puntuales, lo que resta competitividad a esta iniciativa de marcado carácter ecológico. Y es que no hay muchos modelos para elegir y los ofrecidos se presentan bajo formatos muy parecidos en cuanto a sus planteamientos comerciales.
Carácter testimonial de las cuentas ecológico
Las cuentas que se comercializan bajo la etiqueta «verdes» no son muy numerosas y se limitan tan solo a un par de iniciativas, aunque eso sí, tienen un marcado carácter innovador en sus diseños.
Las cuentas verdes no son muy numerosas, aunque tienen un marcado carácter innovador
Una de estas propuestas es la denominada Cuenta Verde de Microbank, creada para los clientes que deseen estar comprometidos con el medio ambiente. Es un producto bancario, que aún manteniendo las constantes habituales en estos diseños para el ahorro, permite operar a través del servicio de banca on line (Línea Abierta), «reduciendo así el consumo de papel», y contribuye a cuidar del entorno natural, ya que la empresa emisora, a través de acuerdos con otras entidades, posibilita la acción de plantar un árbol por cada cuenta abierta. No incorpora, por otra parte, variaciones significativas con respecto a los modelos convencionales y tiene las mismas funciones que estos: baja rentabilidad, habilitadas para llevar a cabo las principales operaciones bancarias y exentas en el pago de comisiones.
La otra alternativa que está disponible en el mercado bancario y, por la que pueden decantarse los clientes con mayor espíritu ecológico, es la que procede de Triodos Bank, que se comercializa como una cuenta corriente tradicional, sin comisiones de gestión ni mantenimiento. Se encarga de ofrecer a sus suscriptores una rentabilidad del 0,10%, con liquidación y abono trimestral de intereses, y en donde se podrán realizar los ingresos o disponer del dinero mediante tarjeta, cheques, transferencias y domiciliación de recibos, como si de una cuenta convencional se tratase.
Las aportaciones hacia el modelo ecológico provienen por la posibilidad que abre para donar el interés a la organización que sus titulares decidan y, de esta manera, fomenten con sus ahorros proyectos positivos y sostenibles por medio de diferentes organizaciones sociales, culturales y medioambientales que colaboran para dar personalidad a este producto. Asimismo, admite la posibilidad de domiciliar la nómina y recibos sin coste alguno para sus titulares. Para completar la oferta, se pueden hacer cada mes hasta cinco transferencias a otras entidades o transferencias a cuentas de la entidad, sin coste alguno, mientras que a partir de la sexta tendrá un desembolso de 1 euro.
Si lo que quieren los ahorradores es una inversión comprometida con el medio ambiente, la solución puede residir en suscribir algún fondo de inversión que cumpla con esta característica. No son muchos los que pueden ser seleccionados, la mayoría procedentes de gestoras internacionales, pero desde hace poco tiempo se le ha añadido un producto con la “marca España” que se comercializa como Microbank Fondo Ecológico. Es un producto no garantizado de renta variable internacional que invierte en una selección de fondos ecológicamente responsables. Esta alternativa para la inversión se caracteriza porque invierte en sectores como energías renovables, gestión y tratamiento del agua, reciclaje y alimentación ecológica, entre otros.
Para los ahorradores con mayor aversión al riesgo están concebidos los Depósitos Triodos, también comprometidos con el medio ambiente, ya que sus titulares pueden donar parte de los intereses generados a organizaciones de esta naturaleza. Pueden contratarse desde 3.000 euros y con tipos fijos entre el 0,8% y 1,9%, para plazos de permanencia de seis meses a cinco años.