El último aumento de la luz ha sido al fin del 3%, pero debido al nuevo esquema de peajes, las subidas reales en las facturas alcanzarán entre el 6% y el 10%, en función del nivel de consumo. Esto se debe a que a partir de enero, rige un recargo para los clientes que consuman un 10% más que la media. Los nuevos peajes progresivos afectan a los consumidores de baja tensión con una potencia contratada mayor de 3 kilowatios y menor de 10 kilowatios. De esta manera, y como se explica en este artículo, el total del incremento en la factura de la luz se desprende de aplicar esta nueva escala y sumar el porcentaje de aumento de la subasta de la que han participado las grandes eléctricas en los últimos días de diciembre.
La necesidad del nuevo aumento en la tarifa de la luz que rige desde enero de 2013 tiene su origen en el déficit de más de 1.950 millones de euros reconocido por Industria hace poco. A raíz de este desfase, el objetivo ha sido cerrar el próximo año con déficit cero en la tarifa eléctrica.
Para ello, además del incremento del 3% anunciado en los últimos días de diciembre por el Gobierno, se ha ideado un nuevo procedimiento en el cálculo de los peajes que implica subidas variables, según el consumo medio de cada usuario, y que pueden alcanzar en realidad el 10%. Eso sí, el aumento se aplicará solo a quienes excedan el gasto medio de luz.
Peajes, por tramos
El incremento se aplicará solo a quienes excedan el consumo medio de luz
La novedad del nuevo sistema consiste en que busca atemperar la subida cargándola sobre los que tienen hábitos de uso más caros en lo que a gasto total de energía eléctrica se refiere. A partir de ahora, se tendrá en cuenta la media de consumo para definir quiénes pagan mayor aumento.
El mecanismo contempla un primer paso en el que se fijan unas medias de consumo de acuerdo con cada potencia contratada. Esto brinda la posibilidad de obtener una media acorde a los patrones de uso de cada tipo de hogar o cliente.
A esto se sumará un 10% fijo, cualquiera que sea la potencia contratada. El objetivo es obtener el punto de gasto a partir del cual se empezará a aplicar la penalización. Esta -que algunas asociaciones de consumidores consideran ilegal por vulnerar los «principios de igualdad y seguridad jurídica»- será en función de cuánto se exceda de la media.
Los tramos de aumentos de los peajes van del 2% al 16% con respecto al peaje normal, cuando el consumo supere la media hasta en un 100%.
Aumentos variables
El precio de la electricidad está compuesto por dos partes que tienen un peso más o menos del 50%: peajes eléctricos (fijados por el Ministerio de Industria) y otro segmento variable definido en una subasta.
De esta manera, desde enero, el recibo de la luz subirá de media, al menos, el doble de lo anunciado: el 3% del alza fijado en la subasta más otro 3% correspondiente, de media, a los nuevos peajes progresivos. Ahora bien, este aumento será mayor en los casos de mayor consumo, con lo que el incremento final del recibo podría alcanzar el 10%.
La medida y los nuevos términos de progresividad se encuentran en la orden de peajes eléctricos. Allí consta que los consumidores con potencias de hasta 7 kilowatios pueden pasar de pagar 0,00138 euros por kilowatio hora en caso de los menores consumos a 0,01104 euros por kilowatio hora, en el tramo de mayor consumo.
Lo que hay que tener en cuenta es que superar el punto de penalización implica un aumento no solo sobre el consumo excedido de la media, sino sobre todo el gasto de la factura.