No sólo es frecuente en las actuales circunstancias de crisis y paro elevado. La preocupación por contar con un empleo es una cuestión de constante actualidad. Desde el momento en que se termina el colegio y comienzan los estudios universitarios o la incorporación a la vida laboral, se desearía conocer qué trabajos tendrán más demanda. En los próximos 20 años, los requerimientos de la sociedad y el mercado laboral estarán determinados, en gran parte, por todo lo relacionado con el cambio climático y el desarrollo científico y tecnológico. Diversos estudios (‘Shape of Jobs to Come’ realizado por la consultora británica Fast Future, o el ‘Libro Blanco de la Robótica’), así como las opiniones expresadas por distintos expertos en empresa, economía y mercado de trabajo, estiman que se desarrollarán profesiones desconocidas hasta ahora, como policías del clima, cirujanos de aumento de memoria, granjeros verticales o arquitectos espaciales.
Profesiones relacionadas con la vida cotidiana
Todas las profesiones que, en una sociedad más compleja, contribuyan a hacer la vida más fácil tienen un futuro prometedor. Algunas que van en esta línea son:
Estudios ligados a la domótica. El negocio de la domótica no se limitará a regular el ahorro energético o permitir manejar los electrodomésticos a distancia. También será capaz de interpretar cómo se encuentra el usuario en cada momento: las bombillas y lámparas se autorregularán en función de los estados de ánimo, las paredes podrán cambiar de color para proporcionar comodidad si se ha tenido un mal día e, incluso, algunos muebles se transforman para dar un masaje. Los expertos en estas materias ocuparán un lugar destacado en el ranking de las profesiones de más éxito.
Diseño y venta de coches personalizados. Son automóviles que integran soluciones antropométricas para que el espacio se ajuste al conductor. Además, habrá nuevas formas de compra. Al acudir al concesionario, un ordenador y unos sensores harán experimentar lo que se siente al conducir el coche que interesa, entre otros avances.
Ingenieros de vehículos alternativos. En el futuro puede haber vehículos diferentes a los convencionales, como coches que vuelen o que viajen por debajo del agua. Serán necesarios profesionales formados en distintos ámbitos de la ingeniería para construirlos, diseñarlos y mantenerlos, así como para generar combustibles alternativos.
Abogados expertos en «conflictos virtuales». Con el tiempo, es previsible un aumento de conflictos sobre derechos de propiedad y descargas de Internet. Surgirá la necesidad de recurrir a abogados especializados en resolver estos conflictos jurídicos, que además en muchos casos podrían involucrar a personas que viven en países y regiones con diferentes leyes.
Ingenieros diseñadores de robots. La robótica protagonizará una auténtica revolución económica. Hasta ahora, sus mayores aplicaciones se han empleado en la automatización de tareas dentro del mundo de la industria: manipulación de cargas, soldaduras, transporte de mercancías, envasado, etc. Sin embargo, la gran evolución de la robótica está en su utilización en los servicios y el hogar (limpieza, planchado, cuidado a personas, etc.). Los profesionales que se especialicen en robótica (diseño o ingeniería) tendrán un futuro más que asegurado.
Ciencias de la salud
La medicina destaca como el ámbito de actividad donde se prevén los mayores avances. En este campo se desarrollarán nuevas ramas, como es el caso de la nanomedicina, que a su vez daría lugar a profesiones como fabricantes de órganos o diseñadores de nanobarcos capaces de navegar a través del cuerpo humano para destruir células cancerígenas.
Nanomédicos. Los avances en nanotecnología y el desarrollo de dispositivos de escala molecular aplicados a los tratamientos médicos traerán consigo la formación de especialistas en nanomedicina para administrar estos tratamientos. Será una medicina más personalizada y los fármacos se administrarán en el lugar donde se desarrolla la enfermedad. Se necesitarán personas con formación en biomedicina, biotecnología, física o robótica que sean capaces de administrar los tratamientos en el nivel subatómico de la «nanoescala».
Crioconservación de órganos vitales. La crioconservación es idónea en la actualidad para conservar órganos destinados a trasplantes, aunque sólo algunos tipos de células y tejidos (como el esperma y los embriones) son capaces de resistir el proceso para reutilizarse sin daños. En un futuro no muy lejano, es previsible que también puedan criogenizarse órganos y hasta cuerpos humanos.
Fabricantes de órganos corporales. Los avances científicos harán posible la creación de «piezas corporales» y toda su cadena: fabricantes, comercios y servicios post-venta (mantenimiento y reparación). De hecho, la medicina regenerativa, como la cirugía plástica, robótica, genética y generación de tejidos, consigue unos resultados espectaculares. Muy pronto se podrán fabricar órganos y extremidades para reemplazar las partes dañadas de cualquier ser humano. Por tanto, también se necesitarán personas que combinen cualificaciones médicas, de robótica y de ingeniería.
Especialistas en la tercera edad. Como ya sucede, pero en mayor escala aún, el progresivo envejecimiento de la población propiciará la necesidad de nuevas profesiones de atención a la tercera edad. Serán especialistas en ayudar a controlar la salud y las necesidades de las personas mayores e intentar prolongar su vida activa durante más tiempo. Se precisan tanto profesionales especializados en medicina general como en estética, salud mental, deportiva, etc.
Medio ambiente
Todas las profesiones que giren en torno al medio ambiente, las energías renovables o las nuevas formas de reciclaje tendrán un gran futuro:
Creadores de microclimas. El calentamiento global obligará, sobre todo en determinadas zonas geográficas, a la creación de microclimas artificiales. El futuro en este campo pasa por la investigación de nuevos materiales para la construcción que reproduzcan condiciones de la naturaleza y que mantengan grandes espacios en unas condiciones de temperatura y limpieza del aire óptimas. Diseñadores, arquitectos, biólogos y meteorólogos tendrán un interesante campo de especialización.
Policías de modificación del clima. Cada vez son más los países que tratan de «provocar» ciertos fenómenos meteorológicos, en especial la lluvia. Por esta razón, será necesario un tipo de policía especializada en la modificación del clima, que se encargará de controlar, vigilar y autorizar la explosión en el aire de cohetes que contienen yodo de plata, que provoca la precipitación de nubes pasajeras.
Especialistas en revertir el cambio climático. Se prevé un aumento de la demanda de profesionales que sean capaces de revertir o reducir los efectos más devastadores del cambio climático. Será preciso contar con personas con capacidad para aplicar soluciones multidisciplinares, como la construcción de paraguas gigantes para desviar los rayos del sol.
Expertos en clonación forestal. En 20 años, la biotecnología forestal habrá superado los actuales cultivos in vitro y habrá descubierto técnicas para regenerar los árboles de forma controlada. Los clones, que tienen el mismo vigor de crecimiento, calidad de madera y resistencia a plagas, permitirán recuperar especies perdidas y crear nuevos espacios verdes.
Marketing y consumo
Según las previsiones, los nuevos canales informativos modificarán las pautas para relacionarse, sobre todo a través de Internet y el móvil. Además, los mensajes comerciales de las marcas serán mucho más sutiles.
Gestores de tiendas virtuales. Es obvio que el mercado on line no sustituirá al comercio tradicional, pero cada día se consolida más: tiendas electrónicas, centros comerciales virtuales, outlet a través de Internet… Las nuevas profesiones se centrarán en diseñadores de tiendas virtuales, gestores de producto o responsables de logística, entre otras.
Expertos en neuromarketing. Está demostrado que la manera de presentar un mensaje publicitario u otros estímulos como el color, el olor o el sonido, influyen en los circuitos cerebrales y en las decisiones de compra. Esto, que se conoce como neuromarketing, es un campo aún poco desarrollado y con grandes posibilidades de crecimiento.
Agentes de redes sociales. Para que nadie se sienta excluido de las redes sociales, se formarán personas dentro del ámbito de trabajo social para facilitar la integración de los individuos en las redes.
Gestores personales de marca. La obsesión por las marcas hará crecer una profesión que es una extensión del papel desempeñado por publicistas y estilistas. Estos especialistas trabajarán para que cualquier persona pueda crear su marca personal, desarrollar perfiles a través de su blog y de las redes sociales, etc.
Otras profesiones
Además de las citadas, habrá otros muchos sectores y actividades que generarán nuevas profesiones que tendrán un gran futuro.
Expertos en realidad aumentada. La «realidad aumentada» busca combinar la realidad virtual con la tradicional. Consiste en añadir una parte virtual al mundo real. Una aplicación reciente ha permitido la reconstrucción de una iglesia de la Edad Media que llevaba siglos en ruinas. Con la ayuda de un vídeo-casco, se podía contemplar desde cualquier ángulo una imagen (en parte real y en parte virtual) de la iglesia en perfecto estado de conservación, superpuesta a la realidad en ruinas. Se aplicará, sobre todo, al turismo.
Farmagranjeros. Serán granjeros de especies transgénicas, especializados en el desarrollo y producción de animales que se han modificado genéticamente para aumentar la cantidad de alimento con proteínas beneficiosas para la salud. Deberán tener conocimientos farmacéuticos que permitan modificar las plantas, de forma que los cultivos puedan producir un volumen mayor de alimentos con mayores cantidades terapéuticas y proteínas.
Granjeros verticales. En un futuro, la producción agrícola podrá ser vertical, que se considera más económica y ecológica. Cada vez capta más adeptos la idea de vivir en una ciudad contenida en un solo edificio, donde también se cultive la comida. Se necesitarán agricultores especializados.
Pilotos, guías y arquitectos espaciales. Ante el prometedor auge del turismo espacial serán necesarios pilotos y personal que sepan dirigir aeronaves, guías turísticos, así como arquitectos para diseñar los lugares donde este personal resida y trabaje. Parece muy lejano, pero la Universidad de Houston ya trabaja en proyectos como un invernadero en Marte, bases lunares y vehículos de exploración del espacio.