Los diccionarios son una herramienta imprescindible en el ámbito escolar, un instrumento esencial para dominar de modo adecuado una lengua. Aprender a utilizarlos no se limita a saber encontrar un término o una palabra determinada. Para que su uso sea fructífero, es necesario que el estudiante sepa interpretar la información que contienen y aplicarla después en el contexto apropiado. Los docentes pueden recurrir a distintas estrategias y técnicas para que los alumnos alcancen un aprendizaje significativo.
Buscar e interpretar. Son los dos pasos esenciales que cualquier estudiante debe aprender para sacar el mayor rendimiento posible al diccionario, una herramienta didáctica de considerable valor para el aprendizaje, no solo en el área lingüística, sino también en otros ámbitos del conocimiento.
La utilidad de estas obras de consulta no se limita a facilitar información, más breve o más extensa según el modelo, sobre el significado de las palabras. Además de ayudar a que el alumno comprenda y enriquezca su léxico, un uso correcto permite emplear el lenguaje con mayor exactitud, precisión y claridad, puesto que en general incluyen datos adicionales sobre la morfología, la ortografía y la pronunciación de los términos.
El uso correcto del diccionario permite emplear el lenguaje con mayor exactitud, precisión y claridad
Josefina Prado, catedrática de Didáctica de la Lengua en la Universidad de Huelva y autora de ‘El Diccionario y su uso en el aula’, reconoce que una utilización adecuada del diccionario en la enseñanza requiere que quien lo consulte «domine determinadas estrategias intelectuales para la búsqueda y selección de información». La autora reitera que estas estrategias son fundamentales para obtener un resultado fructífero y que se alcance un aprendizaje constructivo y significativo. La clave está, según Prado, en adiestrar al alumno para que «tenga habilidad y soltura para consultarlo y sepa buscar e interpretar de forma correcta la información que precisa».
Las primeras etapas
Para utilizar bien un diccionario, es imprescindible dominar con soltura el orden alfabético. El adiestramiento en este sentido comienza en los primeros años de Primaria, cuando los docentes pueden fomentar este aspecto con sencillos juegos y actividades en el aula que permitan asimilar y memorizar el abecedario y obtener las primeras orientaciones sobre cómo se sitúan las palabras en los diccionarios.Se debe conocer la utilidad de las palabras guías en las páginas de un diccionario
Ante todo, los alumnos deben conocer que las palabras se ordenan a partir de su primera letra y que, cuando ésta coincide con la segunda, se tiene en cuenta la segunda letra, y así de modo sucesivo. También hay que enseñarles la utilidad de las palabras guías que se sitúan en la parte superior de las páginas del diccionario y que entiendan que son el referente para conocer con exactitud dónde se localiza el término que buscan.
Interpretar la información
Una vez superada la primera etapa, los objetivos específicos en cuanto al conocimiento y uso del diccionario se orientan al aprendizaje de la estructura del mismo y la interpretación de la información, tanto semántica como gramatical, que se incluye en cada entrada. Un primer ejercicio, recomendado por los especialistas, es examinar de forma previa la obra de consulta, familiarizarse con todas sus partes y aprender a descifrar los símbolos y abreviaturas que contiene y que se usan para ahorrar espacio en las mismas.
La simbología, abreviaturas y los tipos de letras aportan información significativa sobre los términos
En general, los diccionarios incorporan una guía donde se explican estos aspectos, que el alumno puede leer y trabajar en el aula junto con sus compañeros. El docente debe recalcar que la simbología, abreviaturas y los tipos de letras que se utilizan en las entradas del diccionario son necesarios para interpretar de modo correcto las acepciones y aportan información significativa sobre los términos.
Pautas de uso
Las pautas varían en función de cada diccionario -bien sea lingüístico, bilingüe o de sinónimos y antónimos, entre otros- y del público al que se dirige -escolar, técnico, secundaria…-. De forma genérica, se puntualizan para los diccionarios lingüísticos distintos criterios para extraer de ellos toda la información oportuna: