El perro se comunica con sus ojos, con la posición de su cuerpo, sus ladridos, sus orejas… Pero también (y mucho) a través de su cola. De hecho, esta extremidad es una potente herramienta de comunicación del perro que llama la atención de los científicos. Este artículo explica qué dice la cola del perro y algunos malentendidos, cómo interpretar sus diferentes posiciones y por qué no significa lo mismo si esta extremidad se mueve hacia su derecha o hacia su izquierda.
La cola del perro habla sin palabras
La cola del perro es un potente vehículo de comunicación canina. «El animal intercambia mucha cantidad de información a través de su cola, sus movimientos y las diferentes posiciones que adopta», aseguran los biólogos Stephen Leaver y Thomas Reimchen, de la Universidad de Victoria en Canadá.El perro expresa su estado de ánimo y predisposición para jugar o pelear a través de su cola
«Aunque el perro se ha diferenciado de su antepasado el lobo, su rabo aún ofrece información acerca de cuál es su estado de ánimo, sus ganas de jugar, su predisposición a hacer amigos e, incluso, sobre si siente miedo o temor», concluyen los científicos.
Estos investigadores han estudiado la respuesta de cerca de 500 canes frente a distintas posiciones -y movimientos- de cola de otros congéneres. Para ello, crearon un robot canino. Es decir, un perro artificial capaz de reproducir los diferentes meneos y vaivenes característicos de este locuaz apéndice canino.
Alta o baja, la información cambia
El perro-robot de Leaver y Reimchen era capaz de mover su cola pero también de colocar su puntiaguda extremidad en distintas situaciones y alturas, simulando a los canes reales.
De esta forma, los investigadores pudieron comprobar cómo la cola del perro funciona como un termómetro de sus emociones. Es decir, varía en función de los sentimientos del can.
Una posición media del apéndice informa de que el perro está relajado y tranquilo. Sin embargo, si el can tensa su rabo y lo estira en la posición horizontal, como si se tratara de una cuerda rígida, algo habrá despertado la atención del animal: el can está en alerta.
La cola del perro puede subir aún más, y colocarse casi en posición vertical. «Las posiciones altas de esta extremidad están relacionadas con confianza en sí mismo e incluso cierta agresividad en algunos casos», señalan los investigadores.
Por el contrario, a medida que la cola del can baja de altura, el animal indica con cada vez mayor énfasis que no busca problemas. El can informa que se muestra sumiso y que no está interesado en una eventual pelea.
Derecha no es igual que izquierda para la cola del perro
La altura a la que un perro coloca su cola no es la única forma de comunicarse a través de esta locuaz extremidad canina. Los característicos movimientos del rabo expresan otros mensajes que conviene conocer.Los rápidos balanceos laterales de la cola del perro suelen ser interpretados como que el perro se muestra amigable y tiene ganas de jugar. Sin embargo, ¿es esto siempre así? Según algunos estudios científicos, no.
Un perro que balancea su cola no siempre está contento, sino que depende hacia qué lado lo haga
«Cuando los perros ven a sus dueños y se sienten felices agitan su rabo más hacia el lado derecho de su cuerpo, mientras que si se sienten amenazados moverán su cola más hacia el lado izquierdo», señala el neurocientífico Giorgio Vallortigara, de la Univeridad de Trieste (Italia), en un estudio publicado en la revista científica ‘Current biology’.
Pero, ¿por qué el can mueve su cola hacia lados distintos en función de sus sensaciones? La explicación hay que buscarla en su cerebro. Como ocurre en los humanos, la parte izquierda de este importante órgano gestiona los sentimientos positivos y agradables del animal, como el amor y la afectividad en el perro o la tranquilidad.
Por el contrario, la parte derecha del cerebro canino se encarga de los sentimientos negativos, como el miedo o la depresión.
Como la mitad izquierda del cerebro del perro controla la actividad de la parte derecha de su cuerpo, los sentimientos positivos y de alegría implican que la cola del peludo amigo se mueva más hacia su lado derecho.
Y, por el contrario, ya que la mitad derecha del cerebro del can controla la parte izquierda de su cuerpo, «cuando el perro se siente amenazado mueve más su cola hacia el extremo izquierdo«, concluye Vallortigara.
Malentendidos con la cola del perro
Sin embargo, los malentendidos no son extraños cuando se trata de descifrar lo que el can dice a través de su cola. Y, por ello, conviene recordar que no todos los perros tienen el mismo tipo de rabo. Es muy distinta la cola enrollada de un simpático carlino que el expresivo rabo de un pointer.
Por ello, cuando se trata de interpretar el lenguaje canino habrá que considerar cuál es la posición habitual de la cola de cada perro. Y, en función de la misma, interpretar lo que dice.
«Las personas debemos aprender a descifrar de forma correcta lo que los perros tratan de decirnos, aunque no utilicen sus ladridos», dice, por su parte, la investigadora Pamela Robie.
A pesar de los estudios científicos realizados en este campo, Robie cree que aún queda un largo camino que recorrer en el campo de la comunicación canina.
«Los humanos hemos aprendido a leer solo parte de lo que el perro dice con su cola. Pero, entre los canes, ¡la cantidad de información visual que se mandan a través de esta extremidad y otras posiciones de su cuerpo es ingente!», concluye Robie.