Noche y día atado a una cadena. Una vida entera que transcurre en pocos metros cuadrados. Esta es la vida de Dama, de Milú, de Gordon… Y, por desgracia, de miles de perros en España, según reconocen las asociaciones protectoras de animales. Los canes que viven encadenados sufren maltrato, un daño poco visible pero aún frecuente. Pero, ¿cómo se puede ayudar a estos perros que viven encadenados? Los defensores de los animales han creado Sen Cadeas (Sin Cadenas), un portal web que permite denunciar este maltrato animal a través de Internet de forma sencilla. Basta con dedicarle unos minutos para ayudar a un animal en apuros. En este artículo se enseña cómo.
Perros encadenados, perros maltratados
Una vida entera atado a una corta cadena. Noche y día. Mes tras mes. Haga un frío atroz, un calor de justicia o diluvie. A su alrededor, una caseta de metal, mucha soledad, malnutrición y suciedad. Esta es la historia de Milú, de Dama, de Dogo… y de aún demasiados perros en nuestro país, según afirman las protectoras de animales. Los canes encadenados sufren un maltrato animal silencioso, acallado, en busca de voces que se alcen para acabar con él.
Imagen: losmininos
«Los perros que viven encadenados son muchos, miles en toda España; en entornos rurales y también en ciudades», asegura Rubén Pérez, de la asociación animalista LIBERA! y una de las personas que hay detrás del portal de denuncias creado para ayudar a los canes encadenados Sen Cadeas.
Un animal atado noche y día a una cadena es un perro maltratado que, además de la soledad, padece otras consecuencias. «El perro que tiene una cadena no suele estar bien alimentado ni vive en un entorno adecuado», añade Pérez. Además de los efectos físicos de estar condenado a vivir en dos metros cuadrados de espacio, «estos canes comienzan a desarrollar estereotipias, movimientos repetitivos causados por la cautividad y la falta de estímulos», añade Pérez.
Los perros condenados a la soledad, vetados del juego, caricias y cariño humano sufren, además, una carencia de socialización canina; lo que explica que sean animales miedosos, aterrorizados y que muchas veces desarrollan conductas denominadas agresivas, que no son más que el reflejo de un miedo atroz demasiado prolongado en el tiempo.
¿Cómo denunciar el maltrato hacia un perro encadenado?
El portal Sen Cadeas (Sin Cadenas, en gallego) es una sencilla plataforma en línea que permite denunciar los casos de canes encadenados a través de Internet. El portal pide una identificación personal sencilla (nombre, teléfono, localidad y correo electrónico de contacto), además de un breve relato de los hechos denunciados.
Imagen: Sen Cadeas
Las fotografías, además, son de gran ayuda para los expertos que trabajan en el portal Sen Cadeas. «Cuando recibimos una denuncia ciudadana por un perro encadenado, los specialistas de la asociación investigan y analizan cada caso, para decidir cuáles serán los siguiente pasos que hay que dar», comenta Pérez.
Las leyes de protección animal de cada comunidad autónoma son el marco legal que hay que consultar. Después, los expertos de Sen Cadeas envían los casos a los agentes medioambientales o policías encargados de la protección animal que corresponda, dependiendo de la gravedad.
En el mejor de los casos, la denuncia acabará con una sencilla carta al propietario del animal y una conversación que le haga entender por qué un perro encadenado sufre. Lo que se busca es que la persona cambie su percepción, entienda el daño infligido a su can y que le libere de sus cadenas. En los casos más graves, sin embargo, el maltrato animal acabará en denuncia formal ante los tribunales correspondientes.
Imagen: Sen Cadeas
«Nuestro fin es visibilizar el maltrato animal que implica tener atado a un perro, un objetivo educativo que también busca reeducar a la persona que mantiene al animal en esas condiciones. Se nos ha enseñado que el can puede ser guardián pero nunca las consecuencias de esa situación. Nosotros nos negamos a considerar que un animal tenga funciones de alarma», concluye Pérez.