El oído del perro es el órgano responsable de su extraordinaria capacidad auditiva, pero también de su equilibrio. Los conductos auditivos del can se enredan para facilitar su función, aunque esto dificulta la entrada del aire que haría una limpieza natural del oído. El dueño debe ayudar a su perro a mantener limpias sus orejas. Unas sencillas pautas le ayudarán a realizar en casa una correcta higiene de los importantes, pero delicados, oídos del perro.
El oído del perro es el órgano responsable de su extraordinaria capacidad auditiva, pero también de su equilibrio. Los conductos auditivos del can se enredan para facilitar su función, aunque esto también dificulta que entre el aire que haría una limpieza natural del oído. Pero ¿cómo limpiar los oídos al perro y cada cuánto tiempo? Limpiar los oídos al can no es difícil y debe formar parte de la rutina de higiene habitual, junto con los baños del perro o la limpieza de los ojos caninos. Las pautas que se apuntan a continuación le ayudarán a realizar en casa una correcta higiene de los importantes, pero delicados, oídos del perro.
El oído del perro: un órgano extraordinario que hay que cuidar
El oído del perro es el órgano responsable de su extraordinaria capacidad auditiva. Un can puede percibir sonidos de hasta 60.000 hercios frente a los 20.000 hercios que escucha el hombre. Esto explica que sonidos que no son perceptibles para las personas sí lo sean, sin embargo, para el perro. Y no solo eso. Además, el can distingue mejor los sonidos graves.
El aseo de los oídos del perro es un momento idóneo para revisar si existe alguna dolencia o infección en esta zona
Esta máquina de audición casi perfecta se divide en tres partes: la fracción externa y visible, que es la oreja del perro; el oído medio, que conecta la oreja con las partes profundas y sirve para proteger al animal de los sonidos excesivos; y el oído interno, un conjunto de conductos intrincados y cavidades rellenas de líquido que le confiere la capacidad de oír, pero también de guardar el equilibrio.
¿Cómo saber si los oídos del perro están sanos?
El aseo de los oídos del perro es un momento idóneo para revisar si existe alguna dolencia o infección en esta zona. La entrada del conducto auditivo debe presentar un color rosado pálido: es síntoma de buena salud. Un oído sano, además, no huele mal.
La presencia anómala de cera en esta parte del pabellón, por el contrario, puede estar alertando de que existe una dolencia. Un hedor desagradable e intenso procedente de la zona del oído es un posible aviso de una infección (otitis canina). La inflamación auditiva ocasiona picor y molestia: el perro se rasca con insistencia y sacude sus orejas de un modo anormal. Una pronta visita al veterinario es lo recomendable en este caso.
La limpieza de los oídos del perro: paso a paso
Una vez descartadas posibles patologías, se puede proceder a la normal higiene de los oídos del perro.
Limpiar la parte externa, y en general peluda, de la oreja no entraña especial dificultad. Suele bastar una toalla humedecida con agua templada y el champú habitual del amigo de cuatro patas. El producto se retira después con cuidado y se seca el manto humedecido, en su totalidad, con una toalla.
La parte rosada desnuda del pabellón auditivo y las porciones interiores de este órgano precisan algo más de atención. Una gasa limpia es el material adecuado para este aseo: se cubre el dedo con la gasa y se introduce con extrema delicadeza el dedo en el interior del oído, con cuidado de no tocar el fondo. El contacto de la gasa con las paredes limpia los restos de cera que se hayan podido acumular.
Existen productos específicos para ayudar a realizar la higiene auditiva del animal. «Los llamados limpiadores auricular -explica la veterinaria María López- ayudan a que los restos de cera se disuelvan en el producto». Este tipo de limpiadores se venden con un aplicador, que ayuda a impregnar todas las zonas del oído interno, también las menos accesibles. Masajear la base del la oreja del perro favorece que el limpiador se reparta por todos los rincones.
La veterinaria advierte de que algunos productos que, a priori, pueden parecer inocuos, no son aconsejables cuando se trata de limpiar el oído canino. Es el caso del suero fisiológico. «El suero es perjudicial para el perro, puesto que queda atrapado en el interior del oído. El líquido retenido se convierte en un caldo de cultivo ideal para las bacterias y otros microorganismos causantes de infecciones», comenta López.
Perros de orejas grandes: limpieza una vez a la semana
Los conductos internos del oído de un can conforman un intrincado laberinto de canales que se retuercen. Este enredo explica que no siempre sea fácil para el perro airear sus conductos. La tarea de limpieza se complica aún más para un can con orejas grandes, ya que su pabellón colgante (oreja) funciona como barrera natural para la entrada del aire.
Por eso se debe ayudar al animal a cuidar de su higiene auditiva. «La limpieza de los oídos del perro debe hacerse al menos una vez cada 15 días«, explica la López. No obstante, en el caso de los animales de grandes orejas, que airean peor sus conductos, la frecuencia debe duplicarse «y proceder al aseo una vez a la semana».
¿Cómo proteger los oídos del perro en el baño?
Para proteger los oídos del perro conviene, además, tener en cuenta una precaución añadida al bañarle: taponar el paso del agua y del jabón en el interior de los conductos auditivos. ¿Cómo lograrlo? Unos tapones de algodón pueden bastar en esta tarea, ya que ayudan a frenar la entrada de producto y humedad en los delicados, pero extraordinarios, oídos del perro.
- El aseo de los oídos del perro es un momento idóneo para revisar si existen posibles infecciones (otitis).
- La limpieza de la parte externa de las orejas se realiza con ayuda de una toalla humedecida con agua templada y el champú habitual del can.
- Para limpiar la zona interna del oído necesitará una gasa limpia para enrollarla sobre su dedo índice.
- Existen productos limpiadores especiales que diluyen la cera y mejoran la higiene del perro.
- Evite usar suero fisiológico y otros productos no indicados: pueden quedar atrapados en los conductos auditivos del can y causar una infección.
- En caso de duda o de posible infección, no dude en acudir a su veterinario de referencia.