Conocer los factores que aumentan el riesgo de cáncer en el perro, aprender a palpar al can para detectar posibles tumores y reconocer a un perro enfermo son los primeros pasos para evitar el avance de esta grave dolencia en nuestra mascota. Pero una vez que el perro tiene cáncer, ¿cómo debemos actuar? En este artículo se explican todas las claves anteriores y cómo atender al can enfermo para calmarle el dolor.
Saber que el perro padece cáncer cambia de manera radical el tipo de relación y las pautas de convivencia con él. El cáncer es la principal causa de muerte no accidental en los perros. «Casi el 50% de la población canina de más de diez años tiene riesgo de desarrollar esta enfermedad», explica Juan Antonio Aguado, veterinario y profesor de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid.
Factores de riesgo del cáncer en el perro
Lo habitual es que el cáncer se origine en una sola célula, que sufre mutaciones genéticas. No obstante, aunque todavía se desconoce por qué ocurre, hay factores de riesgo en el perro que le hacen más propenso a padecer esta grave enfermedad.
1. La edad. Se registran más casos de cáncer en perros de mediana o avanzada edad.
2. La raza. Ciertas razas caninas tienen mayor predisposición a padecer cáncer. Es el caso del Bóxer, Pastor Alemán, Scottish Terrier y Golden Retriever.
3. El sexo. Algunos tipos de cáncer afectan más a las hembras de perro, como es el caso de los tumores mamarios.
4. Tamaño del perro. Algunos tumores óseos son más frecuentes en perros de más de 20 kilos, es decir, en razas grandes o gigantes.
5. Factores genéticos. Debido a su herencia genética, hay perros con predisposición a padecer determinadas patologías, entre ellas, ciertos tipos de cáncer.
Explorar al perro para detectar el cáncer a tiempo
Los chequeos veterinarios y las revisiones en casa son fundamentales para detectar bultos o protuberancias que puedan anunciar los primeros estadios del cáncer en el perro. Frente a esta situación, lo primero es acudir al veterinario.
La mejor manera de detectar bultos es palpar cada día al perro. Se puede aprovechar el momento del cepillado, los juegos, el baño o las caricias a la mascota. La manera de revisar al animal consiste en aplicar con los dedos una ligera presión en zonas como las ingles, vientre, abdomen y cuello.
Reconocer a un perro enfermo
El cáncer del perro es una enfermedad asociada a ciertos síntomas. Entre ellos:
Bultos anormales permanentes o que crecen.
Úlceras que no cicatrizan.
Pérdida de apetito y de peso. Dificultad para comer o tragar.
Hemorragias, cojera o rigidez muscular en las extremidades.
Dificultad para respirar, orinar o defecar.
Frente a estos síntomas, es recomendable consultar al veterinario. Cuando el perro tiene cáncer, la esperanza de vida de nuestro amigo depende, en buena medida, de un diagnóstico precoz de la enfermedad.
El perro tiene cáncer, ¿cómo actuar?
Los dueños de un perro con cáncer se plantean varias cuestiones, explica Aguado. «Preguntan si es un proceso irreversible, quieren saber si su perro va a soportar el dolor y cuánto tiempo podrá vivir antes de que muera o haya que practicarle la eutanasia», explica el veterinario.
Los tratamientos paliativos, que retrasan el proceso de deterioro de la salud y calman el dolor, con analgésicos como la morfina, ayudan a mejorar la calidad de vida del perro enfermo que padezca una grave enfermedad como el cáncer. El tratamiento del cáncer en perros con quimioterapia está también muy avanzado hoy en día. Su efectividad se puede equiparar al que tiene este tipo de medicación en personas. Un tratamiento de quimioterapia en el perro puede durar desde algunos días hasta 18 meses, según el diagnóstico del animal.
Cuando el estado de salud del perro con cáncer se deteriora, lo habitual es que haya que practicar la eutanasia. «Los dueños son los que deben elegir el momento en que no pueden seguir adelante con su perro enfermo porque, está claro, esta situación implica un gran desgaste y sufrimiento para la familia», añade Aguado.
El cáncer puede dar cierta tregua en sus primeros estadios de desarrollo cuando se aplica un tratamiento paliativo, pero hay ciertos síntomas que nos deben alertar de que el perro sufre, no tiene calidad de vida y le queda poco tiempo de vida. «Cuando el perro deja de comer, no puede caminar o se hace sus necesidades encima, es recomendable practicar la eutanasia: en esta situación, el perro no vive, sino que padece, y el primer objetivo debe ser evitar el sufrimiento del perro», reconoce Aguado.