La sarna en el perro es una grave enfermedad causada por una infección de ácaros, que atacan la piel del can. Aunque por sí sola no resulta mortal, la sarna del perro sí puede agravar otras dolencias del animal e incluso puede ser contagiada a las personas. Este artículo explica qué es la sarna del perro, sus peligros, cómo reconocerla a tiempo en casa, cómo prevenirla y de qué modo tratarla cuando aparece.
Sarna en el perro, una enfermedad causada por un ácaro
La sarna del perro la provoca un ácaro, un parásito similar a una pequeña araña
La sarna del perro es una temida enfermedad que afecta a la piel del can. Pero, ¿qué la causa? Esta dolencia la provoca una infección de ácaros, unos animales microscópicos de aspecto muy similar al de una araña de tamaño minúsculo.
Los ácaros de la sarna del perro, al igual que la araña, tienen cuatro pares de patas. Estos molestos y nocivos parásitos causan inflamaciones en la piel, dolor y picores intensos.
¿Qué busca el ácaro de la sarna en el can? Este parásito se aloja en la piel del peludo amigo con el fin de alimentarse. Los ácaros aprovechan su reducido tamaño para pasar desapercibidos: así pueden morder la piel del perro, cavar galerías en sus capas superiores e infectarla a sus anchas.
Además, como sucede en la mayoría de los parásitos, la hembra del ácaro es muy prolífera: es su estrategia para invadir lo antes posible el cuerpo de nuestro amigo de cuatro patas.
Sarnas en el perro: no todas son iguales
La sarna del perro puede contagiarse a las personas, por lo que hay que extremar la prevención
Las sarnas sarcóptica y demodécica son los dos principales tipos de sarna que afectan al perro adulto. ¿En qué se diferencian? Cada tipo de ácaro produce una sarna distinta, a la que da nombre.
De esta forma el ácaro llamado sarcóptide produce un tipo de sarna denominada sarna sarcóptica. En este caso, la enfermedad puede transmitirse a las personas del entorno, por lo que se han de extremar las medidas de prevención.
Por su parte, la sarna demodécica (o sarna roja) debe su nombre al ácaro demodex. «El ácaro demodex vive de forma habitual en la piel del perro», explica la veterinaria Lola Muñoz. Entonces, ¿por qué de pronto puede convertirse en un problema para el peludo amigo? En casos de enfermedad o bajada de las defensas del can, este diminuto parásito aprovecha para reproducirse de forma descontrolada.
Sarna en el perro: claves para reconocerla
La presencia del ácaro provoca intensos picores en la piel del perro, por lo que el animal se rascará las zonas afectadas de un modo persistente. Los arañazos provocarán heridas en su piel, aparecen calvas y un fuerte olor a rancio cuando la sarna está muy avanzada.
Para detectar la sarna sarcóptica son necesarios los raspados de piel, debido a las profundas galerías que excavan los ácaros que la producen. Una pronta visita al veterinario es clave para la recuperación de nuestro can, ya que la enfermedad empeora con el tiempo.
La sarna del perro le provoca picores en la piel y la aparición de manchas rojas
La aparición de manchas de color rojo en la piel, por su parte, puede alertar de que nuestro perro padece sarna de tipo demodécica. Estas manchas rojizas son las que explican que este tipo de dolencia reciba el nombre de sarna roja. Los molestos sarpullidos pueden extenderse por todo el cuerpo. Cuando se detectan estos síntomas hay que acudir al veterinario.
La sarna en el perro, ¿es peligrosa?
La sarna en el perro comienza como una enfermedad localizada pero no tarda en extenderse por su piel. Una hembra de ácaro pone entre 20 y 40 huevos en cada puesta. Los huevos de ácaro eclosionan antes de cinco días. Y al cabo de dos semanas, los molestos parásitos del can están listos para reproducirse de nuevo. La rapidez con la que los ácaros se reproducen obliga a extremar la vigilancia.
«No obstante, la sarna por sí sola no es mortal para el perro», explica Dueñas, que sí advierte de la posibilidad de que la enfermedad se agrave con «infecciones posteriores de bacterias y hongos» que, si se acentúan, sí pueden resultar mortales para la mascota.
El animal responde al picor de la sarna rascando las partes de su cuerpo afectadas por la enfermedad. Los arañazos repetidos en las mismas zonas no permiten que las heridas cicatricen de forma adecuada, por lo que pueden infectarse. Si la contaminación por microorganismos, bacterias y hongos se expande puede acabar con la vida del perro.
El picor persistente tiene además efectos sobre el estado de ánimo del can: le distrae y aturde. Y un animal desconcertado puede olvidarse de comer si no es capaz de concentrarse en la comida. Si la falta de alimentación se prolonga, puede ser mortal para nuestro peludo amigo.
Un animal afectado por la sarna y turbado por el picor constante de la sarna puede abandonar asimismo la ingesta de agua, y morir por deshidratación.
La sarna en el perro: ¿cómo evitarla?
El impacto de la sarna sobre la salud del perro y sobre las personas que viven con él (en el caso de la sarcóptica) es grande. Por lo que conviene tomarse en serio las medidas de prevención de la enfermedad.
Un can sano es más fuerte para resistir las infecciones. Las medidas de cuidado que sirven para prevenir la sarna son sencillas: velar por la salud de nuestro amigo de cuatro patas, respetar el calendario de higiene del perro y del cepillado del pelo, así como ofrecerle una comida equilibrada de buena calidad.
La sarna se ceba con los canes débiles y con los que tienen parásitos intestinales. Además, algunos tipos de sarnas son muy contagiosos: mantenga al animal alejado de otros infectados por ácaros.
La sarna del perro, ¿cómo se elimina?
El tratamiento veterinario de la sarna incluye insecticidas inyectados y aplicados sobre la piel. A veces vienen en forma de champú para perros o loción que incluyen productos que acaban con los ácaros y refuerzan el tratamiento. Con sarna, una infección de bacterias y hongos pueden resultar mortal para el can.
Además, si la enfermedad se extiende por el cuerpo del perro, se recomienda rasurar el pelo del animal para aumentar la eficacia de las lociones. En cualquier caso, el veterinario le informará del tratamiento adecuado para casa.
Una hembra afectada por la sarna que aún alimenta a su prole puede transmitir la enfermedad a los cachorros. La sarna sarcóptica es muy contagiosa: pasa a los lactantes a través de la leche.
La afección de los pequeños suele concentrarse en la zona de la cara. No obstante, las infecciones por ácaros en los cachorros no suele necesitar tratamiento ya que tienden a desaparecer por sí solas. Si persiste durante más de un mes, se debe acudir al veterinario.
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Mantenga al perro alejado de animales infectados con sarna.
Realice el aseo del can de forma regular.
Lleve el calendario de desparasitación y vacunas al día.
Inspeccione en profundidad a su animal.
Vigile las pérdidas de apetito.
Acuda pronto al veterinario ante cualquier síntoma.