El Ministerio de Medio Ambiente invertirá un millón de euros a lo largo de este año para desarrollar el plan de repoblación del oso pardo en los Pirineos, una especie en peligro de extinción que ahora España quiere recuperar con la colaboración de Francia y Andorra. La mayor parte de los fondos servirán para hacer frente a los gastos que la presencia de los nuevos plantígrados pueda acarrear en las comunidades fronterizas con el país vecino. De esta forma, ganaderos y pastores serán indemnizados en caso de perder alguna cabeza de ganado por el ataque de los osos.
La suelta de nuevos ejemplares correrá a cargo de las autoridades francesas, con quienes el Ministerio mantiene reuniones periódicas para coordinar el plan. Así, el país galo soltó el martes por la noche una hembra cazada en Eslovenia, donde se encuentra una de las mayores colonias de osos pardos. En las próximas semanas se liberarán otros cuatro ejemplares, que bien podrían cruzar la frontera e instalarse en España, como ya ha ocurrido otras veces.
Promoción turística
Además de la repoblación, el plan de Medio Ambiente busca promocionar los pueblos pirenaicos. Se trataría de aprovechar el atractivo turístico y el valor natural de la presencia del oso pardo para «incentivar un desarrollo sostenible de toda la región», afirman desde el departamento que dirige Cristina Narbona.
El Ministerio quiere aprovechar el atractivo turístico y el valor natural de la presencia del oso para «incentivar un desarrollo sostenible de toda la región»
El documento, cuya elaboración se encuentra en una fase «muy avanzada», tratará de imitar el plan ya desarrollado en Cantabria, que cuenta con una estrategia nacional para preservar los osos pardos en la zona. También se inspirará en el proyecto francés, que se extenderá hasta 2009.
En la actualidad, la población de osos del Pirineo está compuesta por unos 18 ejemplares repartidos entre la vertiente francesa de la cordillera y la española. En Navarra, Aragón y Cataluña viven unos pocos de estos plantígrados, muchos fruto de repoblaciones procedentes de Eslovenia.
La osa «Palouma»
La osa «Palouma», el primero de los cinco plantígrados eslovenos que Francia ha decidido introducir en el Pirineo, se familiariza ya con su nuevo entorno, en medio de las protestas de los detractores del plan. Los técnicos de ecología podrán ahora seguir los pasos de la osa en los Pirineos gracias a los microemisores que le fueron implantados.
El animal, de cuatro años y 85 kilos de peso, debía ser soltado en las cercanías de la localidad de Arbas, en medio de un inmenso despliegue policial y mediático y en presencia de la ministra de Ecología, Nelly Olin. Sin embargo, cuando llegó el momento, unos 50 manifestantes escondidos en los árboles comenzaron a gritar, explotar petardos y hacer sonar campanas. Esto obligó a trasladar la operación a otra localidad, Burgalays.
El plan de repoblación de osos pardos en los Pirineos fue propuesto después de que un cazador matara al último ejemplar autóctono, «Canelle», en noviembre del 2004. Se calcula que la cordillera alberga en la actualidad entre 14 y 18 osos, descendientes de una anterior operación y, por lo tanto, no autóctonos.
Tras la accidentada liberación de «Palouma», el Ministerio de Ecología francés mantiene sus planes de soltar otros cuatro osos, uno de ellos macho, de aquí a principios de julio.