El Ministerio de Medio Ambiente prevé declarar reservas fluviales en las cabeceras de los ríos pertenecientes a las ocho cuencas hidrográficas de competencia estatal para preservar vírgenes los ecosistemas de esos espacios naturales, según anunció ayer el director general del Agua, Jaime Palop.
Se trata de declarar esas reservas fluviales en la cabeceras de los ríos, donde la presión humana es aún mínima, con el objetivo de mantener los ecosistemas, como ya se ha hecho en Estados Unidos, añadió Palop, que tomó parte en un seminario en Madrid sobre las políticas hidrológicas y la restauración de los ríos. Para ello, el Gobierno quiere llegar a un acuerdo con las demás administraciones implicadas. De hecho, ya se están llevando a cabo las primeras conversaciones, por lo que el plazo para culminar este proyecto «dependerá de lo que tardemos en construir un consenso», afirmó el director general del Agua.
La declaración de una reserva fluvial en la cabecera de un río tiene como objetivo «dejar virgenes esos espacios naturales para que las generaciones futuras puedan conocer lo que significa un río salvaje», explicó Palop. El director general reconoció también que la declaración de una reserva fluvial «limita el crecimiento y el desarrollo de determinadas zonas», motivo por el cual el Ministerio no puede llevarlo a cabo unilateralmente sino que debe consensuarlo con las comunidades autónomas.