Aerogeneradores volantes con forma de dirigible, de cometa o de helicóptero, turbinas que levitan mediante magnetismo, rotores urbanos ultrasilenciosos y hasta solidarios. Son algunas de las propuestas futuristas para aprovechar la energía eólica, la renovable más consolidada de la actualidad.
Soplan buenos vientos para las energías renovables: según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), en 2007 generaron el 19,8% de la producción eléctrica, de modo que llegaron a superar incluso al 17,7% de origen nuclear.
Y decimos soplan, porque quien lleva el peso de este crecimiento es la energía eólica. Según Unesa, la patronal del sector eléctrico español, las renovables produjeron el año pasado 17.276 MW, de los que 13.975 MW, aproximadamente el 81%, correspondieron a la aerogeneración. En este sentido, España es el tercer productor de energía eólica, tras Alemania y Estados Unidos, y las perspectivas señalan que para 2012 multiplicará por tres su capacidad actual.
En definitiva, se trata de una de las tecnologías más asentadas en este sector, de ahí el interés creciente de empresas e instituciones de investigación en mejorar los actuales aerogeneradores. En algunos casos, se proponen prototipos muy vanguardistas para sacar todo el partido posible al viento.
Por ejemplo, algunos diseños futuristas proponen turbinas volantes, ya que es en las alturas donde las corrientes de aire son más potentes y constantes: se cree que se podría lograr hasta cien veces más de energía que a nivel del suelo.
En este sentido, la empresa canadiense Magenn Power ha realizado las primeras pruebas de su prototipo MARS. Se trata de una turbina rellena de helio, similar a un dirigible, que gira sobre su eje horizontal, como las palas de los molinos de agua. El aparato va unido al suelo con unos cables que además conducen la electricidad, y cuya longitud podría alcanzar hasta los 300 metros.
Capturando tan sólo el 1% del viento se podría generar energía para todo el mundoSegún sus responsables, se instala en pocos minutos y su altura le permite captar más viento que los rotores convencionales. Por ello, lo consideran ideal para zonas abruptas y poblaciones alejadas de la red eléctrica. Las primeras turbinas producirán hasta 10 kW, si bien esperan construir más adelante versiones más grandes, para llegar hasta los 2.000 kW. La empresa afirma tener un contrato para construir el año que viene cuatro de estas turbinas.
¿Cometa o helicóptero?
La empresa estadounidense Sky WindPower propone el «Flying Electric Generator (FEG)», un sistema híbrido entre una cometa y un helicóptero. La estructura de este aerogenerador volante, en forma de hache, tiene cuatro rotores en sus extremos. La electricidad se transmite a través de unos cables de aluminio y, cuando no hay viento, las dinamos del sistema funcionan como motores para mantener en el aire el aparato.
Imagen: skywindpowerSus diseñadores afirman que el sistema podría generar electricidad más barata que los sistemas convencionales. En este sentido, Ken Caldeira, un experto del Carnegie Institute que ha trabajado para esta compañía, sostiene que capturando tan sólo el 1% del viento se podría generar energía para todo el mundo. No obstante, todavía tienen que resolver algunos inconvenientes que permitan su viabilidad económica, como su mantenimiento en el aire sin sufrir problemas técnicos.
En Holanda, investigadores de la Universidad Tecnológica de Delft y la empresa Royal Dutch Shell and Nederlandse Gasunie están trabajando en un sistema de cometas con alas y timones. La idea sería desplegar un cable con varias de estas cometas, que además conduciría la energía. Sus responsables aseguran que su construcción resultaría más sencilla y económica que las turbinas convencionales, aunque reconocen que el mayor desafío supone su control. Por ello, creen que para contar con un primer dispositivo a escala real tendrán que esperar unos cuatro años.
Y un sistema que combina las propiedades de los anteriores es el propuesto por la empresa Selsam. Considerado invento del año por la revista Popular Science, pretende aprovechar el viento de alta mar mediante unas turbinas volantes ligeras atadas a un cable flexible, que iría sujeto a una boya y se elevaría gracias a un dirigible. Sus autores afirman que de esta manera sus turbinas producirían seis veces más electricidad que un modelo convencional similar en tamaño.
Turbinas magnéticas, helicoidales y silenciosas
Las turbinas eólicas Maglev fueron una de las maravillas tecnológicas presentadas el año pasado en Beijing en la exhibición Wind Power Asia. Su sistema se basa en la levitación magnética, de manera que sus turbinas están suspendidas en el aire, evitando las pérdidas de energía por fricción y aumentando la vida del generador.
Imagen: helixwindSus responsables afirman además que sus costes de mantenimiento son menores, y que pueden aprovechar vientos mucho más fuertes, porque son capaces de producir mucha más energía que las turbinas convencionales. Según el diario Xinhua, China espera contar con este tipo de generadores para mitad de este año, con una capacidad de entre 400 y 5.000 watios.
Por su parte, diversas empresas trabajan en prototipos que puedan instalarse en los propios núcleos urbanos. La compañía británica Quiet Revolution dispone de unas turbinas verticales de triple hélice helicoidal. Su tamaño y diseño aprovecha mejor el viento en todas sus direcciones y con apenas ruido, de manera que puede instalarse en torres o edificios.
De manera similar, la empresa estadounidense Helix Wind ofrece un diseño de turbina con la misma idea que, según sus responsables, está también pensado para que animales como pájaros o murciélagos reconozcan el rotor y no choquen contra él. En este video se le puede ver en plena acción.
El desarrollo tecnológico, además de servir a las empresas para conseguir más beneficios, puede utilizarse también de manera solidaria. Un grupo de Ingenieros Sin Fronteras ha diseñado un pequeño aerogenerador para suministrar luz a pueblos aislados en Guatemala, que sustituye de paso el uso de las peligrosas y contaminantes lámparas de queroseno.
El sistema consiste en una pequeña turbina helicoidal multidireccional, de manera que es capaz de producir entre 10 y 15 watios de electricidad, suficiente para, por ejemplo, pequeños dispositivos como luces LED. Asimismo, el aparato se puede fabricar con materiales baratos y fáciles de obtener.