Entre los espectaculares y vistosos edificios de la Villa Olímpica de Beijing hay uno que llama particularmente la atención, por lo menos desde el punto de vista de las tecnologías medioambientales: se trata de un centro de servicio para los atletas que combina la energía solar fotovoltaica y la térmica. Diversas empresas de todo el mundo prueban varios modelos de este concepto híbrido para intentar ser más eficientes en el aprovechamiento de esta energía renovable.
Esta tecnología logra una eficiencia solar superior al 50% frente al 10%-15% de los paneles convencionalesEl sistema instalado en Beijing, denominado «SolarDuct PV/T«, aprovecha el calor sobrante de cualquier panel fotovoltaico de techo mediante una instalación térmica. La mayoría de las células solares, dependiendo del día, tienen una eficiencia de entre el 10% y el 15%, ya que gran parte de la energía se pierde en forma de calor. Sus responsables, la empresa canadiense Conserval Engineering, aseguran que con esta tecnología se logra una eficiencia solar superior al 50%.
Imagen: solarwallPor ello, el edificio, además de recibir la electricidad de los paneles, cuenta con un suministro extra de energía térmica que puede ser aprovechado para calentar el agua o en aparatos de climatización. Gracias a ello, sostienen, la instalación se amortiza antes y contribuye a cuidar del medio ambiente, ya que por cada cinco metros cuadrados de estos paneles se evita la emisión anual de una tonelada de dióxido de carbono (CO2). Asimismo, afirman, el sistema consigue que las células fotovoltaicas no se recalienten, lo que les permite producir más electricidad.
En realidad, se trata de una evolución del sistema térmico «SolarWall» que esta compañía desarrollaba hace más de una década, y por la que han recibido varios premios y distinciones internacionales. La instalación consiste en un muro de acero con pequeñas perforaciones ubicado en la pared del edificio. De esta manera, el sistema captura el calor del aire exterior y el que irradia el propio edificio, evitando además que éste se encuentre en contacto directo con el sol. Finalmente, el calor obtenido es transmitido al interior del edificio para su aprovechamiento térmico.
Imagen: solarwallDesde Conserval Engineering afirman que no requiere mantenimiento y su vida útil supera los 30 años, permitiendo un ahorro en combustible para sistemas térmicos de entre un 20% y un 50%. Asimismo, aseguran haber instalado más de 1.000 de estos equipos en casi 30 países distintos, con clientes como Ford, 3M, General Motors, FedEx o el ejército estadounidense.
En este sentido, sus responsables se han centrado en el sector industrial y comercial. No obstante, debido a que el interés de los consumidores por las energías limpias y las ayudas institucionales son cada vez mayores, su presidente, John Hollick, ha afirmado que van a tener también en cuenta el mercado residencial a principios del año que viene.
Otros sistemas fotovoltaicos/térmicos
Las posibilidades de esta tecnología híbrida han llevado a otras empresas e instituciones a experimentar con varios sistemas. Por ejemplo, la Agencia Internacional de la Energía dispone de un programa para incentivar el desarrollo comercial de estos dispositivos. En este sentido, se pueden encontrar en el mercado varios modelos de colectores solares fotovoltaicos/térmicos, aunque su número aún es limitado y requieren un mayor desarrollo para su generalización.
Con una tecnología de colector de aire similar a la de Conserval Engineering, compañías como la alemana Grammer Solar o la danesa SolarVenti cuentan con interesantes productos. Por su parte, algunas otras se han centrado en los denominados «colectores líquidos fotovoltaicos/térmicos», como la holandesa PVTWINS o la israelí Millenium Electric T.O.U. Empresas como la canadiense Menova Energy, la sueca Arontis Solar Solutions o la británica HelioDynamics utilizan concentradores solares.
Imagen: inhabitatGracias a los avances tecnológicos, la energía solar se puede aprovechar en los hogares de diversas maneras, en algunos casos muy curiosas. Una empresa japonesa, Nihon Telecommunication System, ofrece ventanas con células fotovoltaicas que pueden producir, en días soleados, hasta 70 vatios por metro cuadrado de cristal. Con la electricidad lograda, afirman, y vía puerto USB, pueden alimentar a un PC o recargar un teléfono móvil.
Según sus responsables, las células solares que incorporan tienen una eficiencia de entre el 7% y el 8%. Como ventaja adicional, el fabricante nipón asegura que impiden la entrada de hasta el 90% de los rayos solares, de manera que se reducen los costes en aire acondicionado. Su gran inconveniente, el precio: cada metro cuadrado vale unos 1.200 euros, aunque creen que serán capaces de vender 10.000 de estas ventanas solares anualmente.