España quiere seguir a la cabeza de la producción de energías renovables. El nuevo plan para el fomento de estas fuentes ecológicas prevé superar en 2020 los objetivos marcados por Europa y cubrir con un 22,7% el consumo final bruto de energía. La eólica, fotovoltaica, biomasa y termoeléctrica son algunas de las tecnologías de mayor crecimiento. El incremento de estas energías es una buena noticia para el medio ambiente y la economía española, que reduce así su endeudamiento y su fuerte dependencia de los combustibles no renovables del exterior e impulsa un nuevo modelo energético que contribuye a salir de la crisis.
La Unión Europea (UE) establece para sus estados miembros la obligación de elaborar un Plan de Acción Nacional en materia de Energías Renovables (PANER). En el caso de España los objetivos para 2020 se concretan en que estas fuentes representen un 20% del consumo final bruto de energía, con un porcentaje en el transporte del 10%.
La producción de electricidad será la más favorecida: se espera que en 2020 cubran el 42,3% del totalEl Ministerio de Industria, Comercio y Turismo (MICYT) ha enviado a la Comisión Europea un informe con el compromiso de superar los mínimos establecidos. En una primera estimación, la aportación de las energías renovables al consumo final bruto de energía sería del 22,7% en 2020. Según el Instituto para la Diversificación de la Energía (IDAE), supondrá el equivalente a unos excedentes de unos 2,7 millones de toneladas equivalentes de petróleo (tep).
El PANER convivirá con el Plan de Energías Renovables (PER) 2011-2020 creado por el Gobierno español. Además, se marcan unas estimaciones intermedias: en 2012 se prevé una participación de las energías renovables del 15,5% y en 2016 del 18,8%. La producción de electricidad será la más favorecida: se espera que en 2020 cubran el 42,3% del total.
Objetivos cumplidos hasta ahora
Los objetivos PER 2005-2010 se han cumplido en la mayoría de las tecnologías y en muchos casos se han sobrepasado de forma holgada, a pesar de que hace dos o tres años no parecía posible. El abastecimiento de energía primaria con energías renovables podría llegar a final de 2010 al 11,5%-12%. La generación de electricidad se situará en torno al 30,5%.
No obstante, las energías que de momento no han conseguido el aprobado son los biocombustibles, que cubrieron en 2009 el 3,5%. Las energías solar termoeléctrica y eólica están muy próximas al objetivo.
En cuanto a 2009, Red Eléctrica de España (REE) señala en su avance de informe anual del sistema eléctrico español que en el ámbito peninsular un 26% de la demanda total fue suplida por estas energías, el equivalente a 65.339,3 gigavatios hora (GWh) (la demanda total fue de 251.305 GWh).
Los objetivos PER 2005-2010 se han cumplido en la mayoría de las tecnologíasEl balance de eficiencia y renovables del IDAE indica que mientras la participación de las energías convencionales ha disminuido en todos los casos, las renovables han registrado un incremento significativo en todas sus aplicaciones (térmicas, eléctricas y biocarburantes). En concreto, han aumentando un 12,3% con respecto a 2008, con una potencia eléctrica instalada de más de 42.000 megavatios (MW).
La nueva potencia instalada fue de algo más de 3.000 MW, una cifra inferior a la de 2008, pero una de las más altas de los últimos años. Las tecnologías que más han contribuido a este aumento han sido la eólica, fotovoltaica y solar termoeléctrica.
Las energías renovables en España, una a una
Eólica: España es el segundo país de Europa en capacidad instalada, con más de 19.000 MW. Durante 2009, la energía eólica ha supuesto un 13,8% de cobertura de la demanda eléctrica y es la segunda tecnología en el mix eléctrico en potencia instalada renovable. Por comunidades autónomas, Castilla y León, Castilla la Mancha, Galicia y Andalucía agrupan el 70% de la potencia nacional.
Solar fotovoltaica: la potencia acumulada en 2009 fue de más de 3.400 MW, que sitúa a España en segunda posición a nivel europeo. En 2009 la cobertura de la demanda eléctrica ha sido del 2%. No obstante, el Gobierno ha regulado este sector para evitar el crecimiento descontrolado de años anteriores. En 2009 se instalaron 100 MW y se prevé que a partir de 2010 sean 500 MW.
Termoeléctrica: es uno de los sectores de mayor crecimiento en 2009. Las nueve instalaciones en operación han alcanzado 232 MW, y se espera que en los próximos años las 16 plantas en proyecto supongan casi 18.000 MW.
Biomasa: la producción de «pellets» ascendió en 2009 a 600.000 toneladas. Este tipo de energía renovable se ha multiplicado por diez en los últimos tres años. En generación eléctrica y en producción térmica, es la mayor renovable en el balance del IDAE, con un 3,9%.
Biocarburantes: las 50 plantas de producción españolas han logrado un gran crecimiento en 2009. Se han alcanzado los 2.253 ktep (el acumulado total es de 4.066 ktep). En cuanto al consumo, supuso en 2009 un 3,5% del consumo total de combustibles de automoción, con un incremento de un 82% respecto a 2008.
Solar térmica: la crisis inmobiliaria ha afectado a este sector. En 2009 ha habido una caída del 25% respecto al año anterior, con una instalación de unos 350.000 m2. El total acumulado supera los 2.000.000 m2.
Geotérmica: las aplicaciones de baja temperatura, en especial la bomba de calor, se consolidan. Las de media temperatura hay proyectos de calefacciones de distrito, mientras que las de alta temperatura siguen en evaluación.
Hidráulica: en potencia instalada, España es el tercer país de la UE y todavía queda potencial por explotar. Además, las posibilidades de almacenamiento, mediante bombeo, vuelven más interesante a esta tecnología.
Cogeneración: su potencia instalada (unos 6.000 MW) cubrió en 2009 un 8% de la demanda eléctrica, y se ha mantenido estable durante dicho año. Se cree que todavía hay un 70% de potencial por explotar.
Undimotriz: la energía de las olas es la más incipiente de las renovables, aunque se cree que en España tiene un gran potencial. Asturias, Cantabria y País Vasco tienen tres proyectos en desarrollo.
Perspectivas para los próximos años
Según el IDAE, para cumplir los objetivos a corto y medio plazo se necesita apoyar a las tecnologías eficientes y renovables y avanzar en un nuevo sistema eléctrico basado en la generación distribuida, las redes inteligentes, las interconexiones internacionales y el almacenamiento de energía. A medio plazo, los mayores avances se producirán en los vehículos eléctricos, los edificios de bajo consumo (tanto nuevos como rehabilitados) integrados con renovables, las empresas de servicios energéticos, la introducción de las tecnologías de información y comunicación, la gestión de la demanda y la implantación de una nueva cultura del consumo de energía.