La Fundación Ecoagroturismo se creaba en 2005 como resultado de varios años de colaboración entre asociaciones e iniciativas individuales relacionadas con el turismo rural, la etnografía y el medio ambiente. Su presidente, Severino García (Oviedo, 1957) se encarga, entre otras cuestiones, de potenciar Ecotur, una reciente web especializada en Turismo Sostenible, y de consolidar la Red Eceat-Internacional en España. Esta red participa desde hace unos quince años en la implantación de un Turismo Sostenible en Europa y en la homogeneización de las etiquetas ecológicas o «ecolabels» europeos en materia de Turismo y Medio Ambiente. Según García, con estos proyectos pretenden ofrecer a productores de este tipo de turismo y a los consumidores, tanto nacionales como extranjeros, un lugar de referencia con criterios de calidad y sostenibilidad ambiental.
El turismo ecológico tiene una doble vertiente. Por un lado, la responsabilidad social, que busca la conservación de nuestros recursos minimizando los efectos de la actividad turística en el medio en el que se desarrolla y apoyando a quienes contribuyen a dirigir la actividad turística hacia ese planteamiento.
Los consumidores cada vez están más sensibilizados por su salud y la del ecosistemaPor otro lado, el consumo de un producto saludable durante el tiempo de ocio y vacaciones, residiendo en lugares y destinos “ecológicos”, practicando actividades saludables y consumiendo productos agroalimentarios ecológicos. En este sentido, los consumidores cada vez están más sensibilizados por estos aspectos relacionados con su salud y la del ecosistema en su frágil globalidad.
En principio todo son ventajas ya que se trata de elaborar, conservar y consumir un producto o un servicio saludable. El proveedor de un producto ecológico puede participar en la conservación de unos recursos que permiten una mejor calidad de vida y estar en un sector emergente con mayores expectativas de crecimiento de cara al futuro. Por su parte, el consumidor puede disfrutar de una mejor calidad de los productos ofrecidos en sus actividades de ocio y vacaciones.
Las desventajas son producto de la dificultad de acercar este producto al consumidor, en gran medida por la información ausente o confusa. Este hecho significa para el proveedor dificultades de comercialización por la escasa presencia de este segmento en el sector turístico, el desconocimiento y desconfianza del consumidor, la falta de regulación y abuso del término “eco”, el mayor coste para implantar ciertos criterios como las energías renovables, productos ecológicos en la construcción, producción agroalimentaria ecológica, etc.
El turismo ecológico es más caro ya que pretende una mejor calidad integral y tiene objetivos a largo y no a corto plazoPor su forma de producción es un producto objetivamente más caro, ya que pretende una mejor calidad integral y tiene objetivos a largo y no a corto plazo. En la situación actual de competencia extrema por la excesiva oferta turística, las dificultades se agudizan para las pequeñas iniciativas, atomizadas, dispersas y con menos recursos.
El producto que más atrae a la gente tiene mucho que ver con el consumo de productos saludables, y por lo tanto, con la producción agroalimentaria ecológica. Además, este criterio está relativamente bien avalado, ya que los Consejos Reguladores de las Comunidades Autónomas son cada vez más conocidos por el consumidor informado y son una buena garantía para disfrutar de productos de calidad. Las nuevas estrategias de las administraciones públicas que apoyan la promoción de los productos ecológicos son un factor positivo para esta consolidación.
Muchas cosas propuestas al consumidor llevan el calificativo de ecológico sin justificación algunaMuchas cosas propuestas al consumidor llevan el calificativo de ecológico sin justificación alguna, ya que carecen de cualquier criterio. El caso del “ecoturismo” no es diferente, al tratarse de un segmento minoritario que no está suficientemente regulado. Por ejemplo, algunos portales denominados Ecoturismo, Ecoturismo Rural, etc., no sólo carecen de criterios, sino que están vendiendo productos turísticos agresivos y depredadores con el medio.
Por medio de los “ecolabels”, como ISO, EMAS, o el Ecolabel europeo. Sin embargo, en el sector turístico de nuestro país son aún muy escasos, al ser muy costosos e inviables para la gran mayoría del sector y sobre todo del medio rural, a pesar de contar con las condiciones objetivas para la elaboración de un producto turístico ecológico y donde también hay pequeñas iniciativas muy comprometidas con este planteamiento “ecológico”. Se trata de un mercado con falta información y abundantes dificultades para encontrar productos alternativos al turismo convencional.
Esta situación es la principal justificación a la hora de la puesta en marcha de Ecotur. En este portal, hemos establecido unos criterios mínimos de calidad y sostenibilidad que deben asumir progresivamente las iniciativas presentes en él, y que corresponden a los de la Red Eceat-Internacional.
A pesar de contar con las condiciones objetivas, las etiquetas ecológicas son aún muy escasas en el sector de nuestro paísContratar turismo ecológico aún es complicado por todo lo indicado anteriormente y por la poca rentabilidad de una actividad aún escasa en el contexto del ocio y del turismo. Un primer paso es Ecotur, que trata de agrupar y acercar estas pequeñas iniciativas al público a través de Internet, recurso cada vez más utilizado para planificar el ocio y las vacaciones en nuestro país. En pocos meses hemos incrementado nuestra presencia en la red y estamos estableciendo nexos de colaboración con organizaciones de otros países europeos como Francia o Suecia, que cuentan con portales similares. De esta manera, podemos ofertar iniciativas de turismo ecológico de otros destinos al público nacional y acercar un público europeo demandante de este producto a nuestros alojamientos.
Recientemente, hemos incorporado una oferta de “bono regalo” que pretende sugerir unas vivencias diferentes a un precio asequible, reafirmando el compromiso social y ambiental de este tipo de turismo. Este bono permite a los consumidores hacer un regalo alternativo, comprometido con los recursos naturales y culturales de nuestro entorno.
Más que un lugar incidiría en iniciativas, como las que pueden encontrarse en Ecotur, que apuesten por la producción ecológica en sus actividades agrarias y ganaderas. Suponen un compromiso con el medio rural en el que se asientan y cuentan con la calidad de los productos agroalimentarios que ofertan al turista, teniendo en cuenta también la aceptación del público en relación a los productos alimentarios ecológicos.
