A pesar de su enorme riqueza biológica y económica, sólo el 0,5% de la superficie total marina cuenta con alguna figura de protección. España, como miembro de Naciones Unidas y la Unión Europea, se ha comprometido para antes de 2012 a ampliar en un 10% las Áreas Marinas Protegidas (AMP) de sus costas. Sin embargo, los asistentes a la reciente Conferencia del Convenio de Barcelona, que vela por la protección del Mediterráneo, han vuelto a evidenciar los escasos avances en este sentido, por lo que han apelado a un mayor compromiso de los responsables institucionales.
Áreas Marinas Protegidas en España
La localidad de Roquetas del Mar (Almería) ha acogido recientemente la XV Conferencia de las Partes del Convenio de Barcelona, que reúne desde 1976 a expertos y representantes institucionales para la Protección del Medio Marino y la región Costera del Mar Mediterráneo.
Los conferenciantes han solicitado la colaboración entre los distintos Ministerios para poder alcanzar el compromiso del 10% de AMP para 2012, establecida por el Convenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica. Asimismo, han reclamado que los responsables gubernamentales asuman la Declaración de Port-Cros, cuyo objetivo es la creación de una red bien gestionada de AMP en el Mediterráneo.
En la actualidad, según las estimaciones de WWF/Adena – no hay cifras oficiales – apenas se ha protegido el 3% de las aguas españolas. Ricardo Aguilar, Director de Investigación de Oceana, es consciente de que con las actuales condiciones no se conseguirá dicho objetivo, si bien insiste en que puede resultar un buen incentivo para que se invierta más en investigación, se mejore la legislación y se agilice al máximo los trámites para ampliar las AMP.
Según las estimaciones de WWF/Adena – no hay cifras oficiales – apenas se ha protegido el 3% de las aguas españolas
La mayor parte de estas zonas protegidas marítimo-terrestres dependen del Ministerio de Agricultura y Pesca (MAPA), al contar con recursos pesqueros, y se encuentran principalmente en el Mediterráneo, como la isla de Tabarca, la isla de Alborán o las islas Columbretes, recuerda el director de Oceana. Por otra parte, añade, estarían los Parques Nacionales – competencia del Ministerio de Medio Ambiente- con alguna parte marítima, como el de Cabrera. Asimismo, en Canarias hay una serie de Reservas Marinas, como la de La Restinga o isla Graciosa.
En cuanto al Atlántico gallego y el Mar Cantábrico, hay muy pocas AMP, como el citado Parque Nacional de las Islas Atlánticas o el biotopo protegido de San Juan de Gaztelugatxe en Bizkaia. Según Aguilar, este hecho se explica por el menor conocimiento de estas zonas (es más duro investigar aquí), lo que conlleva menos propuestas para crear AMP. No obstante, el responsable de Oceana apunta que en breve se podría crear la primera AMP estrictamente marina en Asturias, El Cachucho.
¿Por qué hay pocas Áreas Marinas Protegidas?
Las “Áreas Marinas Protegidas” (AMP) son cualquier zona marina definida bajo legislación para proteger sus “valores marinos”. En este cajón de sastre caben desde los santuarios marinos para ballenas hasta los parques naturales y nacionales marinos, siempre que incluyan aspectos relacionados con la conservación, el comercio, la protección de especies particulares, la importancia científica, las características históricas, de recreo, paisajísticas/estéticas, los valores culturales y/o de usos tradicionales.
El PNUMA estima unas 4.000 AMP repartidas en más de 80 países de todo el mundo, si se incluyen también las reservas de pesca
El escaso desarrollo de estas AMP se debe a diversos factores. Ricardo Aguilar recuerda que en definitiva el ser humano es terrestre, de ahí que se dediquen más esfuerzos a estudiar y proteger este medio. Además, explica, el mar ha sido tradicionalmente una zona de pescadores, y recientemente de turistas, y la legislación no tenía previsto su protección.
Jorge Sáez considera que el problema parte de que la legislación ambiental se ha centrado en proteger determinados hábitat y especies terrestres, dejando poco representadas a las áreas marinas. Sobre la entrada en vigor de la Directiva Hábitat, Sáez opina que, si bien han comenzado a protegerse zonas llamadas Lugares de Interés Comunitario (LIC) marinos, la mayor parte de ellos no tiene una correcta regulación pesquera ni una evaluación de su estado. En cualquier caso, añade este experto de Ecologistas en Acción, esta directiva tienen vocación terrestre y solamente hay LIC marinos en la plataforma continental.
La experta de WWF/Adena asegura que el problema radica principalmente en la falta de voluntad de los gobiernos, seguido de un desconocimiento científico claro del medio marino, ya que los trabajos de investigación son muy costosos. Asimismo, destaca, “ha habido mucho miedo históricamente en proteger espacios marinos por las consecuencias para la pesca (la prohibición de ésta)”.
En cuanto a la nueva Ley sobre Patrimonio Natural y Biodiversidad, que reconoce por primera vez la figura de las AMP, la experta de WWF/Adena cree que va a integrar ese amplio abanico de figuras de protección marina (autonómicas, nacionales e internacionales) en nuestras aguas para cumplir los objetivos de 2012.
El especialista de Ecologistas en Acción considera que para hacer efectiva esta ley sería necesaria la creación de una Agencia del Mar para regular y vigilar las AMP, además de acometer cuestiones sobre biodiversidad marina, regulación pesquera, luchar contra la contaminación, evitar problemas competenciales y promover la investigación de los diferentes ecosistemas marinos y sus recursos.
En cualquier caso, subraya Marcos, “las AMP no deben considerarse espacios intocables, sino áreas para la gestión sostenible de nuestros mares”. Por ello, insiste, “protegiendo los ecosistemas más sensibles y sus especies amenazadas se contribuye al aumento de la productividad de los caladeros, a la regulación sostenible de los diferentes usos del mar, y a la creación de nuevas formas de empleo.”
Cómo ampliar y mejorar las AMP
La responsable de WWF/Adena apunta la necesidad de diversas medidas que contribuirían a ampliar y mejorar las AMP:
- Una clara voluntad política para la declaración de AMP. Marcos recuerda que hasta este año se carecía de un marco jurídico para ello.
- Una mejor y mayor coordinación de todas las administraciones públicas implicadas en la gestión costera y marina, junto a unos planes de gestión de cada una de las áreas, con la participación e intervención de todos los sectores de la sociedad implicados.
Los 8.000 km. de costa (el 15% de la superficie del territorio nacional) reciben la presión del 58% de la población total (23 millones de habitantes)
- Financiar proyectos de investigación pluri-disciplinares que dibujen el paisaje real de nuestras aguas marinas.
- Informar a todos los usuarios del mar (pescadores, marina mercante, etc.) y al público en general sobre los beneficios de la protección marina y los valores y la singularidad del medio marino, así como establecer procesos participativos a la hora de declarar una AMP.
- Impulsar planes de gestión adecuados para proteger la AMP una vez declarada.