Combatir un incendio forestal es muy costoso y peligroso, además de causar graves consecuencias económicas y medioambientales, que no siempre permiten la recuperación de la zona afectada. Por ello, la mejor medida posible es la prevención. En cualquier caso, si se registra un incendio forestal, conviene conocer varios consejos que ayudarán a combatirlo y apagarlo lo antes posible.
Prevención, la mejor medida
Los incendios se pueden evitar con unos sencillos consejos:
No encender fuego ni quemar rastrojos o demás restos agroforestales en fechas de alto riesgo de incendios (entre el 1 de junio y el 1 de noviembre). Esta recomendación también incluye las zonas de barbacoas: cualquier pequeña chispa puede originar una catástrofe.
No abandonar residuos que puedan originar un fuego: cerillas, colillas, botellas y objetos de cristal, papeles o cualquier otro material combustible. Si se observa una zona de vertidos en el monte, avisar a los responsables institucionales porque podrían causar un incendio.
No adentrarse con el coche o cualquier otro vehículo de combustión por el monte. El tubo de escape en contacto con matorrales secos podría generar un incendio.
Las personas que viven cerca o dentro de una zona agroforestal tienen que ser muy precavidas. Se recomienda que no pongan setos con especies que arden con facilidad, como cipreses, que no construyan barbacoas en su zona limítrofe o que depositen la basura en contenedores apropiados.
Cómo actuar en un incendio forestal
Si se ve un incendio o cualquier indicio del mismo (una columna de humo, ceniza que cae del cielo, olor muy intenso a quemado), hay que llamar lo antes posible al teléfono de emergencias 112 o al 062 de la Guardia Civil.
Hay que llamar lo antes posible al teléfono de emergencias 112 o al 062 de la Guardia CivilEn épocas de incedios forestales, si se acude al monte, es recomendable conocer bien el terreno y la vías de comunicación y caminos alternativos. Siempre que se pueda, caminar por zonas visibles. De esta manera, en caso de un incendio, las posibilidades de salir del peligro serán mayores.
Los profesionales y voluntarios entrenados son los más indicados para la extinción de un incendio. No obstante, la ley obliga a cualquier persona a colaborar en las tareas de extinción si este personal se lo requiere. En tal caso, hay que actuar siempre como se le indique y nunca por libre o en solitario.
Al alejarse del incendio, lo primero es observar su dirección. Lo mejor es huir por las zonas laterales al mismo y más desprovistas de vegetación, nunca por el centro, ni dirigirse a hondanadas o barrancos. En montaña, hay que correr ladera abajo porque el fuego tiende a subir. Y siempre que se pueda, ir en sentido contrario a la dirección del viento. En caso de ir en coche, cerrar las ventanillas y encender los faros, y dar media vuelta si el incendio crece.
Si se tienen delante las llamas, no se deben cruzar a menos que se vea de forma clara el otro lado. Si se puede, antes de pasar, mojar la ropa y protegerse la cabeza con un paño húmedo. En caso de estar rodeado por el fuego, colocarse en una zona de tierra ya quemada. Y si ya no se puede huir de las llamas, tumbarse en el suelo y cubrirse el cuerpo con tierra.
Si se observa la llegada de un avión y/o helicóptero de extinción, alejarse lo más posible, ya que lanzan de golpe miles de litros de agua.