Las abejas son la especie más valiosa de la naturaleza por su trabajo de polinización y, sin embargo, desaparecen de las colmenas de manera progresiva. Así lo recuerda Luis Pérez Ventosa, presidente de la Fundación Amigos de las Abejas. Este profesor jubilado y apicultor aficionado desde joven señala que en algunos lugares de España, como Galicia, la situación es dramática porque casi no hay abejas. Por ello, destaca la necesidad de emprender acciones contra sus amenazas y proteger a estos seres vivos, esenciales para la vida. También son interesantes sus consejos para hacerse apicultor o para saber por qué es beneficioso consumir miel local.
“El síndrome de despoblamiento de las colmenas se debe a un conjunto de factores de origen sanitario y toxicológico”Este hecho se investiga en muchos países con conclusiones parecidas. El “síndrome de despoblamiento de las colmenas” se debe a un conjunto de factores de origen sanitario (parásitos como el ácaro Varroa o el microhongo Nosema Ceranae) y toxicológico (insecticidas, herbicidas, transgénicos). La situación es dramática, como ocurre en algunas comarcas de Galicia, donde las abejas casi han desaparecido.
El problema es real y puede ir a peor. Si bien algunos medios sensacionalistas se pasan al relacionarlo con el fin del mundo y cosas parecidas.
“La situación de las abejas en el mundo no es buena, tampoco catastrófica, aunque podría serlo”La situación no es buena, tampoco catastrófica, aunque podría serlo. El ser humano en su afán de lucro se olvida de que cada especie ocupa su lugar en los ecosistemas y, para poder cumplir con su misión, necesita que se respete su forma de vida y su evolución natural adaptada al medio. Las abejas, que durante millones de años se han defendido sin la ayuda de los humanos, ahora les necesitan para sobrevivir. Es un desastre medioambiental de incalculables consecuencias para el futuro.
En las charlas que impartimos en los colegios damos la explicación, que parte de una deducción lógica: sin abejas no hay polinización. Sin polinización no hay reproducción de las plantas. Sin plantas no hay alimentos para los animales herbívoros. Sin herbívoros, no vivirán quienes se alimentan de ellos. Es verdad que las abejas no son los únicos polinizadores, pero ¿quién nos dice que si mueren las abejas los demás insectos continuarán vivos?
“Las abejas necesitan a los seres humanos para sobrevivir”El cambio climático, el agujero de la capa de ozono, la lluvia ácida, la desertización, la deforestación, la contaminación de las aguas, los monocultivos extensivos, el uso indiscriminado de agrotóxicos, etc. Todos van en contra de las abejas, el eslabón más débil de la cadena del mantenimiento de los ecosistemas.
La miel, el polen, la cera, la jalea real y los propóleos son los productos directos más conocidos, pero son mayores los beneficios indirectos derivados de la polinización. Según la Royal Geographical Society de Londres, las abejas son la especie más valiosa del planeta: de su trabajo dependen 250.000 especies de plantas, muchas cruciales para la agricultura mundial y también para el mantenimiento de numerosos insectos y pequeños vertebrados que, a su vez, sirven de alimento a otras especies superiores.
“Las abejas son la especie más valiosa del planeta”Estable. Años atrás no había relevo generacional y disminuía el número de apicultores y de colmenas. En la actualidad, hay un repunte de apicultores no profesionales y de colmenas, aunque no en todas las comunidades autónomas por igual.
París, Nueva York y Londres encabezan las ciudades donde la apicultura urbana está permitida por su legislación.
“En España no se permiten colmenas urbanas como en París, Nueva York o Londres”Ninguna ciudad permite colmenas, salvo alguna excepción para uso de investigación, como en Córdoba.
Porque nuestra abeja “apis mellifera iberiensis” es una subespecie ligeramente más agresiva que la “apis mellifera mellifera”, que vive por encima de los Pirineos, y mucho más que “apis melifera ligustica” y “apis mellifera carnica”, que habitan más al norte y este de Europa. También hay especies híbridas creadas por el hombre, como la “abeja buckfast”, de comportamiento muy manso. Pero quienes las han traído nos dicen que su mezcla con la nuestra da lugar, en la mayoría de los casos, a otras más agresivas.
“Hacerse apicultor no requiere grandes inversiones, pero sí un profundo conocimiento de las abejas”Hacerse apicultor como hobby no requiere grandes inversiones ni posesión de terrenos, pero sí un profundo conocimiento de la biología de las abejas, las técnicas de manejo de las colmenas modernas y sus enfermedades más importantes. Por ello, los interesados deben hacer un curso de iniciación para que aprendan todas estas cosas y tengan un primer contacto con la actividad apícola. Nuestra Fundación ayuda a quienes lo realizan a tener las primeras colmenas. Son indispensables unos años de experiencia antes de profesionalizarse.
La apicultura es una actividad sana y relajante, pero también puede ser peligrosa y frustrante. Las picaduras pueden despertar la alergia al veneno y causar la muerte. Por ello, es recomendable acudir a una consulta para determinar si somos alérgicos antes de comenzar.
“Consumida a diario, la miel revitaliza y protege contra la alergia al polen y los resfriados se pasan antes y se cogen menos”Agilizar las investigaciones, centralizar y coordinar los esfuerzos que cada país hace por separado sobre las enfermedades recientes de las abejas para encontrar lo antes posible una solución y ponerla a disposición de los apicultores. En España, también es necesario implicar a la sociedad en programas de educación ambiental.
Comprar, siempre que puedan, miel de la región. Consumida a diario en sustitución del azúcar, les revitalizará y les protegerá contra la alergia al polen, tan extendida hoy en día en las grandes ciudades. Los resfriados se pasarán antes y se cogerán menos. Además, ayudarán a mantener a los apicultores profesionales de su región. También recomendaría leer las “diez cosas que usted puede hacer para ayudar a las abejas“, unos consejos que escribí hace varios años y que siguen en vigor.
La Fundación Amigos de las Abejas se creaba en 2008 por un grupo de distintos profesionales amantes de la naturaleza, preocupados por el deterioro medioambiental y la paulatina desaparición de las abejas. Sus objetivos son defender la abeja autóctona “apis melífera ibérica”, fomentar la apicultura como último reducto de las abejas melíferas, contribuir con ellas a la recuperación de ecosistemas dañados y sensibilizar a la opinión pública e instituciones de su importancia en el desarrollo y conservación de los ecosistemas.