España es el país con mayor biodiversidad de Europa, pero, como el resto de países, soporta diversas amenazas causadas por los seres humanos. Algunas especies, como el águila imperial ibérica, el atún rojo, el lince ibérico o el oso pardo las sufren con mayor impacto y han llegado a una situación límite que podría ser irreversible. No obstante, las labores de conservación están logrando avances que prueban que si se ponen medios, su salvación es posible. Este artículo señala, en orden alfabético, diez animales españoles emblemáticos en grave peligro de desaparición.
1. Águila imperial ibérica (Aquila adalberti)
Especies como el águila imperial ibérica, el atún rojo, el lince ibérico o el oso pardo están en una situación límiteEl águila imperial ibérica es una de las aves más impresionantes del mundo con sus más de dos metros de envergadura, pero también está entre las más escasas del planeta. Su población ha mermado en las últimas décadas: en 1970 se redujo a 50 parejas. Su estado sigue siendo «crítico», aunque, gracias a distintos esfuerzos de conservación, ha aumentado a unas 250 parejas en zonas del centro y suroeste de España y dos parejas de reciente instalación en Portugal, señala la organización conservacionista WWF.
2. Angelote (Squatina squatina)
El angelote, una especie de tiburón, era común en grandes áreas del Atlántico Noreste, el Mediterráneo y el Mar Negro. La sobrepesca de estas zonas le ha llevado a la extinción local en el Mar del Norte y en grandes regiones del norte del Mediterráneo. Por ello, el año pasado la Lista Roja de la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN) le clasificaba como «en peligro crítico».
3. Atún rojo (Thunnus thynnus)
El atún rojo es el ejemplo más ilustrativo de la «crisis pesquera global», según WWF, que ha puesto en grave peligro a una gran diversidad de especies comerciales. La sobrepesca y la pesca ilegal han llevado al atún rojo a estar en una década en peligro de desaparición. En la actualidad, solo queda un 10-15% de la población original, según datos de dicha ONG.
4. Desmán del Pirineo (Galemys pyrenaicus)
Este pequeño mamífero habitaba los ríos de las montañas del centro y norte de la península. La alteración y contaminación de su hábitat ha provocado su desaparición en prácticamente todo el Sistema Central. Diversos proyectos de recuperación, como el Life+ Desmanía, iniciado en 2012 por la Fundación Biodiversidad, trabajan para mejorar su hábitat y recuperar la especie.
5. Foca monje del Mediterráneo (Monachus monachus)
Aunque parezca increíble, el Mediterraéno alberga focas en sus aguas. Su nombre es Monachus monachus, conocida como foca monje del Mediterráneo. Resulta sorprendente porque es difícil encontrarse con una, ya que solo quedan unos pocos centenares. Es uno de los diez mamíferos en mayor peligro de extinción de la actualidad.
6. Lince ibérico (Lynx pardinus)
El lince ibérico es el felino más amenazado del planeta: solo sobrevive en libertad en un par de localidades de la península (Doñana y Sierra Morena oriental). Según WWF, quedan unos 220 ejemplares, amenazados por la destrucción y alteración de su hábitat, la mortalidad directa por disparos, lazos, cepos y los atropellos en carreteras. Por ello se han puesto en marcha diversos proyectos de recuperación y protección de la especie, como el Genoma lince ibérico, que ha descodificado su información genética básica.
7. Oso pardo (Ursus arctos)
Hace siglos, el oso pardo se extendía por toda Europa, una situación que ha cambiado drásticamente en las últimas décadas. El más grande de nuestros mamíferos terrestres se encuentra aislado en dos zonas diferentes: algo más de una decena de individuos en los Pirineos y una población estable en la cordillera cantábrica, dividida a su vez en dos subpoblaciones con unos 130 ejemplares.
8. Pardela balear (Puffinus mauretanicus)
Esta ave, endémica de las Baleares, tiene una población de unos 6.400 individuos, según datos de la organización ornitológica SEO/BirdLife. Por ello entraba el año pasado en la Lista Roja de la UICN como «en peligro crítico». Esta especie ha experimentado una disminución muy rápida por diversas amenazas, en particular la depredación de sus colonias de cría y la pesca incidental.
9. Urogallo cantábrico (Tetrao urogallus cantabricus)
El urogallo cantábrico es la mayor de las gallináceas españolas. Recibe su nombre por el sonido que emite durante el celo, parecido al del «uro», antepasado de los bóvidos domésticos. Las poblaciones de las montañas cántabras (hay otra gran población en Pirineos) son las más amenazadas del mundo: se estima que no sobreviven más de 500-600 ejemplares adultos.
10. Visón europeo (Mustela lutreola)
A mediados del siglo XX, este pequeño mamífero era muy común y se extendía por las zonas fluviales de casi toda Europa, desde el norte de España hasta Rumanía y Rusia. En la actualidad, la Lista Roja de la UICN señala que este mustélido está «en estado crítico». No obstante, el Ministerio de Medio Ambiente (MAGRAMA) afirma que la población ibérica es la única de su área de distribución mundial con posibilidades de salvarse, gracias a las labores de recuperación.