Imagen: Andreas LeversLos países firmantes del Convenio de Estocolmo han añadido 5 sustancias a la denominada «docena sucia», una lista de Contaminantes Orgánicos Persistentes (COP) considerados muy tóxicos para el medio ambiente y la salud. De esta manera, los países miembros del Convenio asumen la obligación de eliminar o restringir el uso de estas 17 sustancias y de reducir las emisiones no intencionales.
En concreto, los 5 nuevos compuestos contaminantes son dos retardantes de llama, el pentabro difenil eter (Penta-BDE) y el hexabromobifenilo (HBB); dos plaguicidas, clordecona y lindano; y un antiadherente, el perfluorooctano sulfonato (PFOS).
La decisión se ha tomado durante la tercera reunión de la Partes del Convenio, celebrada recientemente en Dakar (Senegal). Asimismo, sus miembros han decidido la puesta en marcha de un sistema de vigilancia mundial de los COP presentes en el aire, la leche materna y la sangre humana.
Estas sustancias acaban provocando daños a escala global, aunque la mayoría de ellas se pueden sustituir por alternativas menos peligrosasLos expertos subrayan los problemas de estas sustancias, que acaban provocando daños a escala global, y recuerdan que la mayoría de ellas se pueden sustituir por alternativas menos peligrosas. No obstante, a pesar de los riesgos, muchos países, especialmente en vías de desarrollo, siguen utilizando estos COP ante la falta principalmente de recursos económicos.
Por ejemplo, una de las sustancias de la lista, el DDT, se sigue empleando como insecticida en diversos países. En este sentido, la reunión también cerraba la polémica surgida hace unos meses por una nota de prensa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que fue interpretada como un posicionamiento favorable por los defensores de esta sustancia tóxica. Sin embargo, este organismo internacional desmentía días antes de la reunión tal lectura, de manera que los miembros del Convenio han insistido de nuevo en la implantación de alternativas al DDT.
No obstante, algunos asistentes a la reunión han subrayado algunos aspectos negativos de determinadas decisiones tomadas. Según los responsables de la delegación de la Confederación Sindical Internacional (CIS) la presión ejercida por la Unión Europea (UE) permitirá el tráfico legal de residuos contaminados con estas sustancias desde la propia UE y otros países industrializados hacia los países en vías de desarrollo.
Asimismo, diversos representantes sindicales daban a conocer la base de datos Risctox, la primera de acceso libre con información en español sobre los riesgos para el medio ambiente y la salud de 30.000 sustancias químicas.
Por su parte, la delegación española, encabezada por el Ministerio de Medio Ambiente, presentaba el proceso de elaboración del Plan Nacional de Aplicación (PNA) del Convenio de Estocolmo sobre COP de España. Según sus responsables, se trata de un proyecto modélico al haber conseguido un alto grado de consenso y la participación de todos los agentes implicados.
España ratificaba el Convenio de Estocolmo en mayo de 2004. Sin embargo, Greenpeace denunciaba recientemente que este compromiso se estaría incumpliendo. Según la organización ecologista, los responsables españoles no han informado a la Secretaría del Convenio de que la empresa Montecinca, con sede en Monzón (Huesca), sigue produciendo dicofol, un insecticida que conlleva la liberación de DDT al medio ambiente.
Por ello, Greenpeace lleva protagonizando varios actos de protesta contra Montecinca por los vertidos contaminantes con DDT al río Cinca, afluente del Ebro. Asimismo, dicha empresa atesora un expediente de denuncia de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), por no sanear una zona afectada por vertidos de DDT.
Los ecologistas recuerdan que el PNA del Convenio de Estocolmo ofrece varias alternativas viables al dicofol y establece medidas para evitar su utilización. España es el único país europeo productor de esta sustancia, y uno de los cuatro países en todo el mundo, junto a Brasil, China e India.