Se les denomina contadores “inteligentes” porque informan en tiempo real del consumo energético de un hogar. Sus promotores destacan los beneficios para el medio ambiente y el bolsillo: Al tener el contador en la propia casa y a la vista, se tiende a reducir el gasto eléctrico, y con ello, las emisiones de gases de efecto invernadero. Por ello, los responsables de la Unión Europea quieren que sean obligatorios para los próximos años.
En España, el Consejo de Ministros aprobaba a principios de agosto un paquete de 80 medidas contra el cambio climático. En su apartado 4.3.3., habla de «fomentar el uso, por parte de los suministradores, de contadores «inteligentes» que proporcionen al consumidor información sobre situaciones en el que el precio de la electricidad sea elevado». Asimismo, el Consejo de Ministros aprobaba también, a finales del mismo mes, el ordenamiento técnico sobre los nuevos contadores.
Imagen: EfergyMikel Aguirre, responsable en España de la empresa de contadores inteligentes efergy, explica que no se sabe todavía con certeza cómo serán los contadores que deberían sustituir en un plazo de 5 años, según la ley del Gobierno, a los actuales. En cualquier caso, las compañías eléctricas subían recientemente el alquiler de los contadores de 0,54 euros a 0,78 euros + IVA al mes, lo que podría suponer, según Aguirre, un adelanto para afrontar el coste de los 2.000 millones de euros que se estima costaría el cambio de los aparatos. Asimismo, asegura, las grandes empresas comercializadoras eléctricas españolas se han interesado por su producto.
Los consumidores pueden encontrar en el mercado distintos modelos, con precios y características muy variables. Ante la obligación, a partir de 2008, del uso de estos aparatos en los hogares británicos, el diario The Guardian ofrecía una comparativa con los pros y contras de las principales marcas: Electrisave, efergy, DIY Kyoto Wattson y Wattage and current meter.
Por ejemplo, el contador inteligente de la marca «efergy» ofrece información en tiempo real sobre diversas variables: Consumo en kW en el mismo instante, cantidad de emisiones de CO2 en kg., coste en euros, y acumulación de consumo en kWh. Asimismo, este contador tiene un monitor con pantalla portátil, se puede ubicar en cualquier punto del hogar o de la oficina, y dispone de una alarma que se dispara si se sobrepase el nivel de consumo establecido, todo ello por unos 70 euros (IVA incluido).
En cualquier caso, el organismo de control del gas y electricidad británico Energywatch apunta que estos aparatos deberían incluir una pantalla que indique cuánto dinero se está consumiendo, un indicador de bajo, medio y alto consumo eléctrico, y una memoria interna para guardar el historial energético.
Sus defensores estiman que gracias a estos contadores se puede ahorrar en la factura eléctrica entre un 3% y un 25%Asimismo, estos aparatos no reducen por sí mismos el gasto energético, sino que se basan en la idea de que el consumidor acabará apagando las luces o los aparatos eléctricos que no necesita si está viendo el dinero que está perdiendo. Sus defensores estiman que gracias a estos contadores se puede ahorrar en la factura eléctrica entre un 3% y un 25%.
De esta manera, gracias a estos contadores, el consumidor puede darse cuenta, por ejemplo, de que utilizar un lavavajillas, un horno eléctrico o un secador de pelo dispara los medidores, o de que los aparatos en modo «stand by» (estado de espera y no apagado por completo) siguen consumiendo energía, en algunos casos tanto casi como si estuvieran encendidos.
Ofgem, el organismo regulador de los mercados de electricidad y gas británicos asegura que estos dispositivos pueden también contribuir a generalizar en los hogares el uso de la microgeneración, como los paneles solares, las turbinas eólicas o las calderas de gas que generan también electricidad. En este caso, los contadores inteligentes pueden avisar a los usuarios de estos sistemas sobre la cantidad de energía extra que están generando para poder así venderla a la red eléctrica.
Además de Reino Unido, otros países se han tomado en serio la instalación de estos dispositivos. En Italia, Enel SpA, la primera eléctrica del país, lleva instalando desde el año 2000 contadores inteligentes a sus más de 27 millones de clientes. En Francia, Poweo, el nuevo comercializador de gas y electricidad desde 1 de julio de 2007, ofrecía como gancho a los primeros 200 clientes el regalo de un contador inteligente, denominado «poweo box» mientras que al resto se lo venden o alquilan por 3 euros, con depósito de 70 euros.
Fuera del continente europeo, en Canadá, el Comité de la Energía de Ontario pretende instalar durante 2007 estos aparatos en 800.000 hogares, con el objetivo de alcanzar un 100% de penetración en 2010. En Estados Unidos, algunos estados como el de California están también tratando de implantar esta tecnología.
El coste de estos contadores, más caros que los actuales, es una de sus principales desventajas. Así, los modelos más económicos pueden conseguirse por unos 20 euros, un precio que puede multiplicarse hasta por 10 en los modelos más sofisticados.
Imagen: EfergyAsimismo, algunos expertos no están tan convencidos de sus ventajas. La Energy Retail, una asociación para la venta al por menor de energía en Gran Bretaña, considera que los actuales dispositivos inteligentes se quedan cortos, al no medir el consumo de gas. Por su parte, desde Ofgem no confían del todo en la concienciación de los consumidores de reducir su consumo energético, aunque tengan la información que ofrecen estos contadores a su alcance.
El periodista de The Guardian, Adam Vaughan, afirma que la mayoría de estos aparatos son tan rudimentarios que se sorprende de los datos de ahorro de CO2 y dinero al contado que prometen ahorrar, lo que se debería más, en su opinión, a un entusiasmo reprimido de los consumidores por ahorrar energía. En ese sentido, Mikel Aguirre afirma que “este tipo de contadores refleja con precisión el modo en el que se puede ahorrar electricidad; las máquinas son fiables y precisas en un alto grado, pero la decisión final de ahorro corresponde al usuario por medio de un cambio de actitud y de hábitos. Los contadores inteligentes son sólo instrumentos valiosos para ese cambio, para educar a jóvenes y mayores en un uso más responsable de la energía, que redunde también en un planeta más saludable para todos”.