El constructor de automóviles japonés Toyota desarrollará un sistema para que los vehículos no arranquen si su conductor se encuentra ebrio. Esta iniciativa se enmarca dentro de los esfuerzos por resolver un grave problema de la sociedad actual, informaron medios locales.
El novedoso dispositivo, cuya comercialización está prevista para 2009, analizará el sudor de las manos del conductor para determinar la concentración de alcohol en la sangre. Si ésta es superior al límite permitido, el vehículo no arrancará.
El invento de Toyota también registraría el movimiento de los ojos, así como la forma de conducción, entre otros factores.
Los fabricantes de automóviles europeos ya han creado un sistema que obliga al conductor a soplar en un tubo instalado en el coche para detectar el nivel de alcohol. Toyota, sin embargo, ha rehusado utilizar este método porque sostiene que cualquier persona que no sea el conductor puede soplar en el tubo.
En 2005 se registraron en Japón 14.000 accidentes de tráfico cuyo detonante fue el alcohol y que dejaron 707 muertos, según los datos de la Agencia de Policía Nacional nipona.