La Fundación para la Investigación del Vino y la Nutrición (Fivin) aseguró ayer que un reciente estudio de científicos estadounidenses demostró la presencia en el vino del compuesto Pterostilbeno, cuyas propiedades podrían ser beneficiosas en la prevención del cáncer.
Según los responsables de la investigación, las propiedades del Pterostilbeno se asemejan a las del Resveratrol, compuesto fenólico presente en la piel de la uva y el vino, que produce un importante efecto inhibidor sobre el proceso de iniciación, promoción y progresión de las células tumorales. Estas características también se observaron en el Pterostilbeno, gracias a su capacidad antioxidante.
El nuevo descubrimiento científico «podría suponer una gran ayuda en la lucha contra la enfermedad del cáncer así como la diabetes», enfermedades «cuyo origen se encuentra asociado a la presencia de accidentes oxidativos degradativos».
Los investigadores, que contaron con el respaldo del Ministerio de Agricultura norteamericano, basaron su investigación en un primer análisis realizado en células de laboratorio y con un amplio número de variedades de uva.
Esta es una primera fase de estudio, que prevé continuar en breve con el desarrollo de próximas investigaciones orientadas a determinar en profundidad los efectos del compuesto sobre la salud humana. Esta investigación «demuestra una vez más las propiedades beneficiosas del consumo moderado de vino sobre el organismo», señaló la Fundación.
Por otra parte, los 80 especialistas que participan en Santiago en la XIV Reunión de Oncólogos gallegos destacaron ayer que el tratamiento con radioquimioterapia en enfermos de cáncer consigue la «máxima supervivencia, con el mínimo coste en mutilación y calidad de vida para el paciente». Así lo explicó la doctora Carmen Porto, presidenta del Comité organizador de estas jornadas, quien aseguró que este tratamiento combinado mejora la supervivencia de los enfermos de cáncer, da más calidad de vida a los pacientes e incrementa el número de curaciones.
Porto, que es también jefa del Servicio de radioterapia del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela, indicó que la combinación de radioterapia y quimioterapia «lleva años dando buenos resultados» y precisó que, en ocasiones, puede evitar la cirugía. Aunque no es una forma de tratamiento nueva, comentó, «en los últimos años ha demostrado mejores resultados en cuestión de supervivencia y de conservación de órganos».
Sin embargo, la doctora reconoció que esta técnica resulta «más compleja y tóxica» que la cirugía. Sobre este asunto, destacó el uso de los «modernos» citoprotectores, que son unos tratamientos compuestos que minimizan los efectos tóxicos y protegen las mucosas y la médula de los efectos de las radiaciones.