«Las enfermedades musculoesqueléticas son las causas más frecuentes de incapacidad en el mundo, lo que afecta gravemente a la capacidad de las personas para desarrollar sus actividades habituales». Así lo asegura un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) dado a conocer esta semana, que advierte de la necesidad urgente de afrontar el impacto de estas patologías.
Estas enfermedades figuran además entre las dolencias cuyo tratamiento es más costoso debido a la atención a largo plazo que requieren, y consumen una media del 3% del Producto Interior Bruto (PIB) total de los países desarrollados. Por ello, y ante el incremento de su incidencia, la OMS prevé que las cargas económicas y sanitarias de estas patologías aumenten drásticamente en el futuro.
Anthony Woolf, catedrático de Reumatología e investigador británico, afirma que el aumento de la esperanza de vida y el envejecimiento de la población han provocado una escalada de la incidencia de las enfermedades musculoesqueléticas en todo el mundo. «Este aumento se mantendrá, especialmente en los países en vías de desarrollo, debido a los efectos perniciosos del desarrollo urbanístico y la motorización», augura Woolf. «El informe de la OMS es el primer intento serio de analizar los efectos de las enfermedades musculoesqueléticas sobre la sociedad mundial, y los resultados del mismo deben dar pie a un debate sobre las prioridades de la sanidad y el desarrollo de estrategias preventivas», añade.
Este informe ha sido elaborado por un grupo de expertos de la OMS que ha trabajado durante los tres últimos años en colaboración con la ONG Década del Hueso y la Articulación, para evaluar la carga que suponen las enfermedades musculoesqueléticas más habituales. Todo ello «con el fin de ayudar a las naciones a prepararse para el incremento del número de personas discapacitadas a causa de este tipo de dolencias», señala la agencia de la ONU.
La ex directora general de la organización sanitaria, Gro Harlem Brundtland, destaca que las «enfermedades musculoesqueléticas son la principal causa de morbilidad a nivel mundial, con una influencia sustancial sobre la salud y la calidad de vida de los pacientes, además de suponer una carga enorme para los sistemas de salud». «El objetivo de la OMS y de la Década del Hueso y la Articulación -explica- es poner de relieve la situación e impulsar acciones que alivien el padecimiento y aporten esperanza a millones de personas que sufren estas enfermedades». La categoría de enfermedades musculoesqueléticas abarca cerca de 150 enfermedades y síndromes generalmente asociados con un dolor intenso y con la pérdida de funciones físicas. Así, el informe de la OMS indica que la artritis reumatoide, por ejemplo, provoca en menos de diez años desde su diagnóstico la incapacidad laboral del enfermo, entendida como cese total de cualquier actividad laboral, en entre un 51 y un 59% de los pacientes.
En los países en vías de desarrollo, los gastos asociados a este tipo de dolencias se calculan en 100.000 millones de dólares, una cifra que casi duplica al total de ayuda exterior que llega a esos países. «El enorme impacto de estas enfermedades obliga a tomar medidas urgentes», insiste el presidente de la Década del Hueso y la Articulación, Lars Lindgren.
La ONG que preside Lindgren busca mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por enfermedades musculoesqueléticas en todo el mundo. Para ello, incide en la necesidad de aumentar el conocimiento de la creciente carga que suponen estas dolencias para la sociedad; animar a los pacientes a participar en su propio cuidado; promocionar métodos de prevención y tratamiento más económicos; y mejorar la comprensión sobre los trastornos musculoesqueléticos mediante la investigación para perfeccionar la prevención y el tratamiento.