La disfagia resulta de especial relevancia en los pacientes llamados frágiles, que son aquellos cuyo medio físico o psíquico está comprometido por una enfermedad avanzada y de larga duración, según ha explicado Guillermo Pascual, director de la Escuela Aragonesa de Cuidados de la Salud, en Zaragoza. Esta alteración dificulta o impide el paso de los alimentos desde la boca hacia el estómago.
El especialista ha agregado que estas personas necesitan del sistema sociosanitario «para poder desarrollar una vida aceptable y saludable», tema que se ha abordado en la IV Jornada de Disfagia en el Paciente Frágil, que ha reunido a casi un centenar de profesionales en este campo de la medicina en Zaragoza.
«El interés de celebrar unas jornadas de estas características -continúa explicando el doctor- radica en la necesidad de concienciar al personal sanitario de que hay muchos casos de pacientes frágiles que sufren disfagia y que no reciben la atención adecuada».
A su juicio, «se trata de solucionar dudas al personal sanitario sobre la disfagia y proporcionarles las herramientas adecuadas para mejorar la calidad de vida de los pacientes ayudándoles a gozar de una comida adecuada y más atractiva que conlleve una mejora de la calidad de vida».
Asistencia domiciliaria
Asimismo, señala, que estas jornadas «cobran especial relevancia al orientar en este campo a los profesionales de la salud no sólo del ámbito hospitalario sino también para todos aquellos cuidadores que se encuentran en los domicilios de los pacientes» ya que esta asistencia domiciliaria es cada día más frecuente «dado que estos pacientes frágiles son pacientes que sufren enfermedades de larga duración que necesariamente deben cuidarse en su domicilio».
Al respecto, ha comentado que «la problemática de la disfagia en estos pacientes es cada vez más importante dado el aumento de la población mayor en España (así, actualmente en nuestro país más de un 20 por ciento de la población es mayor de 65 años y de éstos la mitad supera los 75 años) junto con el aumento de incidencia de algunas enfermedades como las enfermedades neurodegenerativas o el cáncer».
Esto se debe a que el envejecimiento normal conlleva cambios en la fisiología de la deglución que, si bien no causan disfagia por sí mismos, «ponen al individuo en situación de riesgo de aspiración cuando éste se ve debilitado por situaciones de enfermedad».
Por otra parte, la alta incidencia de enfermedades neurológicas asociadas al envejecimiento que causan disfagia por trastornos neuromusculares y/o cognitivos como el Parkinson o el Alzheimer, junto con otras no neurológicas, dan idea de la importancia de esta patología en la atención del anciano.
Complicaciones
De hecho, «la disfagia provoca complicaciones severas como las neumonías por aspiración, una patología muy grave que ocurre en pacientes malnutridos y que tiene una mortalidad que puede llegar al 50 por ciento».
Además, «las consecuencias de la malnutrición en una paciente frágil son importantes porque les van a suponer un empeoramiento general de su calidad de vida», señala el doctor Pascual. Así, una persona bien nutrida es una persona que envejece más lentamente, que tiene menor precariedad física y que no necesita por todo ello mayores apoyos sanitarios», continúa.
Como explica el doctor, «es importante que los cuidadores tengan un conocimiento claro de la problemática de estos pacientes y de la importancia que supone una correcta alimentación con los nutrientes adecuados».
Para este especialista, «no es necesario caer en excesos provocados por el empeño de estas personas en sobrealimentar a los enfermos con suplementos vitamínicos o preparando alimentos en forma de purés, que no suponen una mejoría en su alimentación ni en consecuencia de su estado de salud».
El tratamiento, basado en la evaluación y correcto diagnóstico de estos pacientes, tiene como objetivo lograr una alimentación lo más cercana posible a los patrones normales, previniendo la desnutrición, la deshidratación y las complicaciones respiratorias.
«Una de las estrategias terapéuticas útiles en la disfagia consiste en modificar la textura de los alimentos, a través de soluciones dietéticas tradicionales o mediante preparados de venta en farmacias», precisa el especialista.
«Estas soluciones son muy recomendables por el contenido de todos los principios inmediatos y los nutrientes necesarios, que van a facilitar al paciente no caer en la fragilidad», agrega.
«Una de las estrategias terapéuticas útiles en la disfagia consiste en modificar la textura de los alimentos, a través de soluciones dietéticas tradicionales o mediante preparados de venta en farmacias», precisa el especialista.