Un equipo de científicos de la Universidad de Saint Andrews (Escocia) ha desarrollado un pequeño parche metálico capaz de emitir luz, que facilitará el tratamiento de los cánceres de piel más leves.
Este ingenio, operado con una batería de bolsillo fácil de transportar, permitirá a los pacientes ser tratados en su casa o en los ambulatorios, en lugar de tener que pasar horas en el hospital.
El invento consiste simplemente en una adaptación del actual tratamiento con terapia fotodinámica, en el que el paciente recibe emisiones controladas de luz tras untarse las partes de su cuerpo afectadas con una crema fotosensible contra el cáncer. El problema es que actualmente esta terapia se hace con grandes focos de luz que obligan al enfermo a estar varias horas encerrado en una cámara especial en un hospital mientras recibe el tratamiento.
El nuevo parche realiza la misma función, pero es más pequeño, ligero y cómodo de llevar. «Aplicando la última tecnología a un tratamiento existente, se ha podido desarrollar una fuente de luz compacta para tratar los cáncer de piel más comunes», señaló Ifor Samuel, uno de los científicos responsables del parche. El invento contiene su propia fuente de luz, un diodo formado por una fina película de material orgánico colocado entre dos contactos eléctricos. La luz se emite cuando una corriente de bajo voltaje lo atraviesa.
El paciente lo puede llevar de forma similar a un parche adhesivo, mientras que la batería se transporta como si fuera un reproductor de MP3.
Los tratamientos con terapia fotodinámica sólo son efectivos para los cánceres menos graves, ya que los más serios sólo pueden tratarse con radioterapia, cirugía o quimioterapia.
El próximo paso de la Universidad de Saint Andrews será buscar financiación para comercializar los nuevos parches, que no se descarta puedan usarse también contra el envejecimiento o el acné.